_
_
_
_
_
OPINIÓN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Con o sin IVA?

Joaquín Estefanía

Más de una quinta parte de la economía nacional (el 21,5% del PIB entre los años 2005 y 2008) es sumergida, con un coste recaudatorio del 7% del PIB y un número de empleos sumergidos de unos 4,23 millones de personas. Esta es la última medición conocida de la extensión de la economía golfa en nuestro país, realizada por cuatro profesores del Departamento de Análisis Económico de la Universidad Rey Juan Carlos (María Arrazola, José de Hevia, Ignacio Mauleón y Raúl Sánchez) para los Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros.

Esta medición aparece en un contexto de estancamiento de la coyuntura, con un volumen de paro del 20% de la población activa y una gran caída de los ingresos de las Administraciones. La economía sumergida es el conjunto de actividades económicas cuyo producto final es legal, pero que son escondidas deliberadamente a las autoridades de un país para evitar el pago de impuestos o de cotizaciones a la Seguridad Social, y así evitar el cumplimiento de normas legales sobre, por ejemplo, salarios mínimos, normas sanitarias o de calidad o de procedimientos administrativos.

Mientras se duplicaba el volumen de la economía oficial, el de la sumergida se multiplicaba por cuatro

No es economía sumergida la relacionada con actividades criminales y delictivas, como la producción y distribución de drogas, armas, etcétera, que forman parte de la economía ilegal, pero no de la sumergida. La economía ilegal es muy distinguible de la realización de trabajos en los que no se pagan los correspondientes impuestos indirectos ("¿con IVA o sin IVA?"), venta callejera no legal, transportistas no oficiales, empleadas del hogar o cuidados de niños y ancianos por personas que no cotizan a la Seguridad Social, etcétera.

El estudio contempla el periodo 1980- 2008 en la evolución de la economía sumergida como porcentaje del PIB oficial, a través de los diferentes lustros. Esta secuencia demuestra que la economía golfa ha crecido desde alrededor del 12% en el periodo 1980-1984 hasta más del 20% de 2005 a 2008. Los autores entienden que el volumen de economía sumergida ha coincidido con un periodo de fuerte aumento de la actividad oficial. En el global del periodo 1980-2008, el volumen de la economía oficial medida por el PIB se ha más que duplicado, mientras que también ha aumentado la economía sumergida, pero en este caso se ha multiplicado por cuatro. "Esto pone de manifiesto que economía sumergida y bonanza económica son perfectamente compatibles".

Será muy significativo conocer lo sucedido en estos últimos años de crecimiento negativo primero y estancamiento después en la economía. Los autores hablan de "una cierta tolerancia" hacia las actividades sumergidas en España pese a que generan problemas de equidad tanto por el lado del gasto público (menor disponibilidad de recursos para el sector público) como por el de los ingresos, debido a que la carga impositiva es solo soportada por las actividades declaradas que se realizan en la economía oficial.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_