Emakunde defiende un mayor acceso de las mujeres al poder
En prisión el acusado de pegar a su pareja
Emakunde ha puesto en marcha la campaña Mujeres al frente, con la que el Instituto Vasco de la Mujer quiere reivindicar el acceso de las mujeres al ejercicio del poder y su capacidad de influir. La directora de Emakunde, María Silvestre, presentó ayer en Bilbao esta campaña, que se desarrollará con motivo del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, e incluirá publicidad exterior en paradas de metro, autobuses y Euskotren; carteles distribuidos entre distintas instituciones y entidades, y cuñas de radio.
Silvestre destacó que la sociedad "necesita más mujeres al frente de instituciones, universidades, empresas y organizaciones de Euskadi" y que Emakunde quiere reflejar una imagen "positiva de mujeres fuertes, valientes y diferentes". Añadió que el "mayor problema para acceder a los órganos de decisión son los métodos de captación", ya que "los hombres escogen a hombres de confianza y es muy difícil romper con esa discriminación".
Para Silvestre, "todavía no se ha alcanzado una igualdad real entre hombres y mujeres", y uno de los indicadores es "la escasa presencia de las mujeres en los ámbitos de toma de decisión, sobre todo en el ámbito económico y financiero, donde realmente parece que se toman las decisiones que mueven el mundo".
Arrestado en Bermeo
Mientras, el hombre de 30 años detenido el pasado miércoles por la Ertzaintza en Eibar por agredir y vejar a su pareja sentimental ingresó en la prisión donostiarra de Martutene en la noche del jueves por orden judicial. La víctima, que se encuentra embarazada, pidió auxilio al sufrir una crisis de ansiedad como resultado de las reiteradas palizas que le propinaba su compañero, quien la mantenía encerrada en su domicilio bajo amenazas de muerte.
Por otro lado, la Ertzaintza detuvo en la mañana de anteayer en Bermeo a un hombre de 40 años después de que su pareja le denunciase por malos tratos continuados.
El supusto agresor tenía antecedentes, ya que la víctima, de nacionalidad rumana, manifestó que había interpuesto numerosas denuncias por violencia machista en su país de origen. La mujer precisó que últimamente las agresiones, vejaciones e insultos eran continuos y que temía sufrir una agresión más violenta contra ella misma o sus hijos.
Una patrulla de la Ertzaintza localizó al presunto agresor en unos invernaderos de Bermeo y procedió a su detención por un delito de violencia de género.
