_
_
_
_
_

La Filharmonía exhibe calidad con Rilling a la batuta

La Real Filharmonía de Galicia, dirigida por Helmuth Rilling, mostró el jueves en Santiago la gran evolución lograda en sus primeros 15 años de vida. Ya en la Suite nº 2 de Bach fueron patentes la tersura y color de su cuerda, en versiones impecablemente adecuadas a la escritura del músico alemán. La orquesta compostelana mostró un altísimo nivel interpretativo durante todo el concierto, más evidente incluso en la actuación como solistas de algunos de sus músicos.

De la flauta de Laurent Blaiteau surgieron los más brillantes destellos de la Suite nº 2. En el Concierto para tres violines, Ilya Fischer, Claudio Guridi y Daniel Kordubaylo aportaron en sus solos profundidad, nervio, calidez y gran musicalidad, que el público premió larga y calurosamente. La emotividad del oboe de Christina Dominik en la Cantata 202 voló por encima de la voz, hermosa pero de poca proyección, de Lenneke Ruiten, quien estuvo más acertada en la Cantata 51. El concierto demostró la alta rentabilidad cultural y social de la inversión pública en estructuras fiables, como la de la Filharmonía o la de la Sinfónica.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_