_
_
_
_
_
Entrevista:ALMUERZO CON... RAIMON

"Como mito dejo mucho que desear"

Minutos antes de la hora pactada, Raimon ya espera en el restaurante. La puntualidad es uno de sus vicios. Ha tenido tiempo de saludar al servicial Tomás, el dueño, y escoger menú entre el pescado que muestra sus exquisiteces en un mostrador más de pescadería que de restaurante. "El pescado es fresquísimo y el pan muy bueno", justifica el cantautor. "No salgo mucho a comer en restaurantes, de vez en cuando con amigos, y me gusta ir sobre seguro: comida sana". En una pared, entre bodegones y motivos marineros, una foto de Raimon con Tomás da fe de alguna visita anterior.

La sonrisa de Raimon es estos días aún más amplia que de costumbre. Su disco Rellotge d'emocions (Reloj de emociones), el primero con temas inéditos desde 1997, acaba de ver la luz. Un largo periodo no de silencio (ha publicado directos o antologías) que ha abocado en 10 canciones que hablan de emociones, de la memoria, del paso del tiempo y de una madurez en la que no cabe la nostalgia. "No puedo decir que cualquier tiempo pasado fue mejor. Vivir bajo la dictadura no lo fue y soy consciente de que no se pueden tener 20 años toda la vida. La memoria, en cambio, es importante, es el hilo conductor de mi obra. La experiencia me permite cantar cosas que antes nunca hubiera podido cantar".

El cantautor valenciano no tiene dónde presentar su disco en su tierra

A sus 70 años, Raimon elude cualquier calificativo. "Ya en los ochenta me tildaban de mito pero yo nunca he querido ser un mito, siempre he querido ser un cantante. Como mito dejo bastante que desear". Raimon imprime trascendencia a sus afirmaciones mientras paladea el último calamarcito con cebolla. Disfruta de la buena cocina pero es incapaz de cocinar. Discrepa del que fuera su buen amigo Vázquez Montalbán que defendía el placer de cocinar. "Si te gusta y no tienes que hacerlo todos los días... Pero no es mi caso". Prefiere escribir canciones, aunque 10 temas en 13 años no son un bagaje excesivo. "Escribo mucho y rompo mucho. Cada canción está muy elaborada y me gusta, aunque ahora se haga al revés, cantarlas mucho antes de grabarlas; ante el público ves todas las posibilidades de una canción". Raimon ofrece una media de 30 conciertos anuales. "Siempre he vivido del directo, los discos han sido la propina. No soy un cantante de moda ni he querido serlo y no he esperado poder retirarme con las ganancias de los discos". Tampoco de los derechos de autor. "Habría que hablar mucho sobre la gestión de la SGAE, pero tampoco estoy con los que lo quieren todo gratis. No tengo una opinión sobre la ley Sinde, no he entrado a fondo, pero creo que si no se hace una ley global, no servirá de nada".

Con la llegada de la lubina volvemos a Valencia. "Presentaré el disco en Madrid [18 de febrero, teatro Madrid] y en Barcelona [del 18 al 20 de marzo, teatro Tívoli], pero una vez más no he encontrado teatro en Valencia. Están en manos municipales y no soy bien recibido por el PP. ¡Siempre tienen la programación llena! Es como en TVE en la época de la dictadura, no estaba en ninguna lista negra pero no me llamaban para actuar". En cambio, solo unos kilómetros más al sur, la Universidad de Alicante acaba de nombrarle hace pocos días doctor honoris causa. Último sorbo de café, nuevo apretón de manos. ¿Taxi? "No, me voy paseando. Me gusta caminar por Barcelona, todos los días camino como mínimo una hora".

Raimon sigue escribiendo y grabando a los 70 años.
Raimon sigue escribiendo y grabando a los 70 años.CONSUELO BAUTISTA

El Camarote de Tomás. Barcelona

- Esqueixada: 10,50 euros.

- Calamarcitos: 14.

- Lubina para dos: 40.

- Pan con tomate: 1,80.

- Agua y vino blanco: 3,85.

- Postres y cafés: 7,35.

Total con IVA: 77,50 euros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_