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Entrevista:VALERO RIVERA | Seleccionador de España, bronce en el Mundial de balonmano

"El sufrimiento nos ha hecho fuertes"

Valero Rivera, zaragozano de 57 años, está más relajado tras haber conseguido al frente de la selección española de balonmano la medalla de bronce en el Mundial de Suecia. Arrastraba la losa de su fatídico debut en el de Croacia 2009, en el que el equipo quedó 13º. Pero se ha descargado de ella con el triunfo sobre los suecos en Malmoe.

Pregunta. ¿Pudo dormir tranquilo en la noche del domingo?

Respuesta. Sí. Ni siquiera necesité pastillas.

P. ¿Qué fue lo que más le vino a la cabeza tras alcanzar el tercer puesto?

R. Sobre todo, mi gente. Aquellos que siempre han estado a mi lado: mi familia, mis amigos y mis colaboradores cercanos: Barbeito, Montoya, Gutiérrez, Seirul·lo , Sala y Fernández.

"Jugar la final olímpica de Londres es lo que me motiva y me empuja"
"Quienes me conocen saben que soy muy sensible, aunque no lo aparente"

P. Se emocionó en el momento en que habló con su madre.

R. Sí [se le escapa una lágrima]. Quienes me conocen saben que soy muy sensible, aunque no lo aparente. Cuando eres feliz y lo has pasado mal, sale todo.

P. ¿Recibió muchos mensajes?

R. Superé los 140. Y luego, las felicitaciones de la Casa del Rey. Urdangarín me llamó antes del partido y después de él. Mantenemos una buena amistad.

P. Entre los mensajes había algunos de Juan Carlos Pastor, el seleccionador al que sustituyó a finales de 2008.

R. Es cierto. Pero no solo en el último partido. Desde el principio del campeonato. Recuerdo que el día que ganamos a Islandia me mandó uno que decía: "Enhorabuena, exhibición".

P. ¿Cuál fue el momento más especial de este torneo?

R. Para mí, el día que levantamos el partido contra Alemania. Aquello nos permitió estar donde estamos ahora. Superamos un momento muy difícil, con tres goles de desventaja, y fue fundamental porque jugábamos contra un equipo muy potente. Nosotros nos fuimos arriba y ellos abajo. Aquel día comenzamos a ganar la medalla y fue muy emotivo porque todos recordábamos lo ocurrido en Croacia. Sin ese sentimiento de grupo, no lo habríamos superado.

P. Fue una nueva dosis de confianza. Después se confirmó con el empate contra Francia.

R. Para remontar seis goles a Francia tienes que estar muy seguro de ti mismo. Y entonces lo estábamos. Creíamos en lo que hacíamos.

P. ¿De qué compensa una medalla de bronce?

R. Viene a certificar que estamos en el buen camino y que debemos ser perseverantes. Te da ánimos y confianza para seguir adelante. Y te confirma como el tercer mejor equipo del mundo.

P. ¿Qué habría ocurrido si acaban los cuartos?

R. El deporte es una profesión de extremos. O estás muy bien o muy mal. Pero a veces eso depende de un tiro al poste. El domingo tuvimos el punto de suerte necesario para conseguir el éxito. Nosotros habríamos tenido motivos para estar también muy satisfechos siendo los cuartos porque hemos hecho buenos partidos. Pero la medalla te da la sensación de éxito.

P. ¿Es este equipo un grupo de amigos?

R. Soy frío en este aspecto. No creo que sea necesario que sean amigos. Lo indispensable es que en el vestuario haya buena gente. Eso sí lo tenemos. Quiero trabajar con buena gente. Creo que, a la larga, te da mucho más.

P. ¿Se ha borrado definitivamente el recuerdo del 13º puesto en Croacia?

R. No. No lo olvidaré jamás. Fue tremendo porque fue injusto. No merecimos perder. Comenzar de aquella manera fue durísimo. Si alguna vez decaigo, recordar aquello me da motivación para seguir trabajando. Así se lo digo a los propios jugadores: "Si estáis cansados, recordad aquello y sacaréis fuerzas de flaqueza".

P. Uno de los valores de este conjunto es que sabe sufrir.

R. Eso no lo puede negar nadie. El sufrimiento nos ha hecho fuertes. Los balcánicos dicen que todo lo que no te mata te endurece. Estoy de acuerdo.

P. Personalmente, ¿piensa que el equipo cree más en usted ahora que al principio?

R. Cuando empezamos, algunos no me conocían y habían oído la parte de mi leyenda menos afortunada [siempre se le consideró un técnico muy duro]. Estaban expectantes. Lo que veo ahora en sus ojos es que vamos todos juntos. Un entrenador lo nota. Si no, no habríamos superado a Alemania, igualado a Francia y ganado a Islandia por 10 goles en el descanso. Hemos acabado con una medalla, pero asimismo con la sensación de que va a ser cada vez más difícil que nos ganen.

P. ¿Es cierto que el bronce es un paso más hacia su gran objetivo: disputar la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, algo inédito todavía para España en este deporte?

R. Cierto. Todo mi trabajo y mi pensamiento se dirigen a eso. Estamos en el camino. El bronce nos dará más consistencia y sirve para ganarnos el respeto de los demás y de los árbitros... La final olímpica es lo que me motiva y me empuja.

P. Asegura que quiere llegar a Londres con estos jugadores, pero allí solo podrá contar con 14 de los 16 actuales.

R. Sí, sí... Hace días que estoy pensando en eso y en lo duro que será tener que elegir. Es muy injusto que algunos no puedan llegar al momento cumbre del ciclo olímpico. Deberían cambiar el límite.

Valero Rivera se abraza con Parrondo tras el triunfo sobre Suecia el pasado domingo.
Valero Rivera se abraza con Parrondo tras el triunfo sobre Suecia el pasado domingo.AFP

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