Privilegios parlamentarios
Un efecto derivado del intenso debate social sobre el endurecimiento de las condiciones para el cobro de las pensiones ha sido el cuestionamiento del trato privilegiado de que en ese terreno disfrutan los parlamentarios. Se ha criticado en particular que puedan aplicarse excepciones como la que permite a los ex parlamentarios con siete años de permanencia en las Cortes (frente a los 35 de cotización del común) percibir un complemento a la jubilación que les correspondería.
Aunque esa norma es de 2006, el debate sobre la cuestión es muy anterior. A la altura de 1993, en lo peor de la crisis de aquellos años, se cuestionó la aplicación a otras personas del complemento previsto para los ex parlamentarios que difícilmente podían haber cotizado los años mínimos exigidos por haberse pasado media vida en el exilio (Pasionaria, Carrillo, etcétera). La crisis actual, el debate sobre las pensiones y la proximidad de elecciones ha determinado una nueva movilización de sus señorías contra sus privilegios. Rajoy propuso en la convención popular de la semana pasada suprimir los complementos de pensiones, algo que al parecer ya había planteado el presidente del Congreso al Gobierno. Los presidentes de ambas Cámaras, Bono y Rojo, han enviado una carta a todos los grupos instándoles a proponer iniciativas sobre el tema y el régimen de incompatibilidades y los criterios de transparencia a aplicar.
Recientemente, Bono ha asegurado que tan solo 81 de los 3.600 parlamentarios que ha habido desde 1977 cobran el complemento, pero se desconocen sus nombres. Y lo de las incompatibilidades se relaciona con el dato de que 250 de los actuales diputados tenían hace un año ingresos extra merced a una aplicación permisiva de la norma que establece excepciones al criterio de dedicación exclusiva. Lo importante es que se debata de todo ello abiertamente; la mejor manera de evitar a la vez los abusos y la demagogia.
