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Reportaje:

Espacio de terapia en la cárcel

Un programa de apoyo continuo, que comenzará en febrero, atenderá por primera vez a los internos con enfermedades mentales en las prisiones gallegas

Los casos de enfermedades mentales entre los reclusos de las cárceles españolas son mucho más numerosos que entre la población en general. Hasta un 40% padecen trastornos psiquiátricos, de los cuales el 20% son graves y un 4% críticos. Aunque las cárceles tienen servicios de psiquiatría y psicología, no hay un trabajo específico para tratar a estos presos. Por ello, en Galicia arrancará en febrero un programa específico que dará apoyo continuado a estos pacientes y también a sus familiares. Instituciones Penitenciarias, la Fundación Barrié de la Maza y la Federación de Asociaciones y Familiares de Enfermos Mentales de Galicia (Feafes) firmarán un convenio para dar este servicio en las cinco cárceles gallegas.

Un 40% de la población carcelaria padece trastornos mentales
En los módulos de respeto, los internos fiman un código ético

Con el ejemplo del programa pionero que una asociación de la Feafes mantiene desde hace una década en el centro de Pereiro de Aguiar (Ourense) y el que estrenó hace un año la organización Lenda en A Lama (Pontevedra), los trabajos serán "sencillos" y se centrarán en los casos más críticos. Treinta personas por cárcel comenzarán en febrero a realizar actividades, individuales y en grupo, de rehabilitación psicosocial, apoyo terapéutico y para los familiares, en principio, un día por semana. Aunque la federación está terminando de diseñar el programa, la prioridad es que los enfermos más graves reciban un "apoyo continuo" y las pautas necesarias para que puedan afrontar su vida diaria, tanto dentro como fuera de la cárcel.

A falta de conocer desde dentro la realidad de las prisiones, el director de Feafes, Antonio Hérnandez, explica que las patologías "más graves y habituales" que se encontrarán son psicosis y trastornos bipolares. "Tememos que también muchos trastornos de personalidad". La cárcel, recuerda, no es el mejor ambiente para tratar estas enfermedades: "Hay una parte deteriorante de la enfermedad pero también influye mucho el modo de vida y la cárcel no es el mejor sitio". El trabajo con el paciente "tiene dos patas" fundamentales: las actividades que se hacen en la prisión y las que se hacen hacia fuera. "Las familias tienen una carga muy importante, vivir con un enfermo mental genera estrés, un cambio radical en la forma de vida, mucho trabajo y un alto coste económico. Es como cuidar de un gran dependiente, pero con mucha más dificultad en la convivencia", compara. Tener un "itinerario vital" cuando salen de la prisión es también muy importante, por lo que la federación hará la labor de guía en el retorno a la libertad y buscará plazas en residencias o pisos de acogida para que no se queden en la calle. "Es un problema muy grave, que genera exclusión social, y que está sin responder por nadie".

La inversión de la Fundación Barrié servirá también para continuar la labor de los módulos de respeto en las cárceles gallegas. En los cinco centros existen 13 de estos espacios en los que solo se permiten conductas que sigan un código ético. Nada de drogas y nada de violencia en estos espacios próximos a la autogestión -bajo la vigilancia de un funcionario-educador- en los que todo se rige por el respeto al compañero y los hábitos encaminados a alcanzar una mejor reinserción.

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En A Lama se encuentra el primer módulo que comenzó a funcionar en Galicia. En él, más de un centenar de internos empiezan el día con una asamblea en la que repasan las dificultades que habieran surgido en la jornada anterior y organizan las actividades. "Los problemas se resuelven con responsabilidad, con mediación y diálogo", explica el director de la prisión, José Antonio Gómez Novoa, que habla del éxito de esta iniciativa. En el módulo, las celdas solo existen por las noches, ya que durante el día las puertas están abiertas. "Esto, en un módulo normal, es imposible", señala.

El día se llena con actividades que los presos narran en el blog www.blogcarcelalama.blogspot.com desde 2006. "Los que saben tocar la guitarra, les dan clase al resto; los que saben idiomas, los enseñan o aprovechan las conmemoraciones para hacer actividades". Una comisión de acogida se encarga de recibir a cada nuevo preso que firma este compromiso de conducta.

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