_
_
_
_
_

Más miedo a los robos que a los retrasos

Sustracciones de hierro y cable causan cortes en el servicio de tren en Tarragona

Los usuarios del tren de Tarragona temen más a los ladrones de metal que los habituales retrasos del servicio. "Como sigan actuando, me obligarán a comprar un coche", ilustró ayer medio en broma, en la estación de Tarragona, Xavier Serra, viajero habitual de una de las líneas que quedaron inutilizadas el sábado por efecto de los ladrones que sustraen cobre para revenderlo en chatarrerías ilegales.

Dos robos de hierro y de cable provocaron sendos cortes del servicio de trenes en la provincia el sábado y domingo, pese a los esfuerzos del Adif, el ente gestor de infraestrucrturas ferroviarias, para contener la avalancha de sustracciones de este tipo de material. "Somos conscientes del problema que generan estos robos para los usuarios y por ello seguimos reforzando la vigilancia para evitar que las sustracciones corten el servicio", señaló ayer un portavoz del Adif ante el episodio que afectó a una veintena de trenes y casi un millar de viajeros el pasado fin de semana.

Más información
Un intento de robo de cobre causa retrasos en la línea férrea entre Valencia y Castellón

El Adif ha denunciado los dos robos ante los Mossos d'Esquadra, pero se ha demostrado que el servicio de trenes permanece sensiblemente expuesto al creciente acoso de los ladrones de cobre. En el robo del sábado, por ejemplo, la sustracción de material bloqueó la línea ferroviaria entre Cataluña y la Comunidad Valenciana durante siete horas.

Las vías del tren son un blanco fácil para los ladrones de cobre, dada la imposibilidad de controlar la totalidad de los tramos. El Adif registró 150 robos de material el año pasado en Cataluña y ha aumentado la vigilancia para evitar situaciones como la de este fin de semana. Pero estas incidencias atestiguan que, además, las vías son un punto muy vulnerable del sistema, ya que la sustracción de pequeñas piezas puede derivar en averías generalizadas."Mantenemos nuestros planes para incrementar nuestro propio personal de seguridad a lo largo de la red ferroviaria. También seguimos reforzando la comunicación y coordinación con los Mossos para prevenir este tipo de robos, pero no podemos cubrir toda la vía con vigilantes", lamentó el Adif.

El caso más hiriente se registró el domingo, cuando el robo de apenas 10 metros del cable inutilizó el servicio ferroviario entre Tortosa y L'Aldea durante dos horas. La incidencia se detectó alrededor de las siete de la tarde, cuando dos trenes que circulaban por ese tramo se detuvieron sin causa aparente. ¿Avería? Robo. Técnicos del Adif inspeccionaron los sistemas en busca de la causa de la incidencia hasta que detectaron el verdadero origen del problema: la acción de los ladrones cortó el suministro eléctrico de la vía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La interrupción del sábado fue más grave: el robo de hierro en las vías afectó a 15 trenes, cuyo servicio quedó suspendido siete horas por la falta de suministro eléctrico. Los ladrones sustrajeron ocho contrapesos del sistema de electrificación ferroviario en el tramo entre Salou y Cambrils dejando sin tráfico de trenes toda la línea de la costa. En este caso también quedó patente la vulnerabilidad de la línea que aspira a convertirse en el corredor mediterráneo: el tramo de los cerca de 40 kilómetros que median entre Tarragona y L'Hospitalet de l'Infant solo tiene una vía para los dos sentidos de la marcha. El robo de contrapesos se produjo precisamente en el tramo de vía única y bloqueó todo el tráfico ferroviario entre Cataluña y la Comunidad Valenciana.

El incremento de los perjuicios causado por los ladrones de metal contrasta con la relativa impunidad de sus robos. En los nueve primeros meses de 2010, según los últimos datos oficiales del Departamento de Interior, los Mossos detuvieron a 550 ladrones de cable, pero solo el 5%, una treintena, ingresaron en prisión. Ello pese a que la mayoría son reincidentes sorprendidos en pleno robo. "Es un problema legal, los pequeños ladrones siempre van un paso por delante de la ley", explica un responsable policial de Tarragona. Para evitar este desfase, el nuevo Código Penal, que entró en vigor a finales de diciembre, prevé someter a los multirreincidentes a medidas de localización permanente que incluyen el internamiento penitenciario los fines de semana. También establece que los ladrones de poca monta podrán ser acusados de formar parte de un grupo organizado para cometer robos. La ley sancionará la pertenencia a un grupo de esta naturaleza, con independencia del delito cometido, lo que facilitará el ingreso de estos ladrones en prisión. Pero a lo largo de las vías, advierten fuentes policiales, lo complejo será cazarlos antes de que ocasionen el corte del servicio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_