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Estonia adopta el euro en plena crisis de la deuda

El país báltico es el decimoséptimo miembro de la eurozona

Estonia culminó ayer su afirmación como Estado europeo al convertirse en el decimoséptimo país en ingresar en la eurozona. Pasada la medianoche del viernes al sábado, 1,3 millones de estonios dijeron adiós a su moneda, la corona, que había reemplazado al rublo soviético en 1992, tras la independencia de la URSS.

Estonia es el tercer país ex comunista en adoptar el euro, tars Eslovenia, en 2007, y Eslovaquia, en 2009. y la primera de las ex repúblicas soviéticas en adoptar la moneda comunitaria.

"Estonia es el país más pobre de la zona euro. Tenemos mucho por hacer ahora que se alcanzó el objetivo", declaró el primer ministro estonio, Andrus Ansip, al saludar un momento histórico celebrado en Tallin con un espectáculo de fuegos de artificio al que asistieron miles de personas.

Es uno de los pocos Estados que cumple con el requisito de un déficit bajo

El jefe de gobierno retiró el primer billete de euro de un distribuidor automático, instalado para la ocasión en la Opera Nacional de Tallin. "Es un paso pequeño para la zona euro y un salto gigante para Estonia", lanzó Ansip.

El pasado 13 de julio, los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) aprobaron la entrada de la vecina república báltica en la eurozona a partir de 2011 y fijaron la tasa de cambio en 15,6466 coronas estonias por euro.

La corona seguirá en circulación en forma paralela al euro hasta mediados de enero. Podrá ser cambiada en ciertos bancos hasta finales de 2011 y por un periodo ilimitado en el Banco Central de Estonia. Para su entrada en el euro, ha encargado 45 millones de billetes y 194 millones de monedas, suministrados por el Banco Central y la Moneda de Finlandia.

Los pronósticos de la Comisión Europea son que Estonia cerrará el 2010 con un déficit presupuestario del 2,4%, lo que sitúa entre los pocos miembros de la UE que cumplen el requisito para entrar en la eurozona de tener un déficit inferior al 3%.

Según las últimas encuestas, la mayoría de los estonios están a favor de la introducción del euro. El sondeo realizado en diciembre por la consultora TNS Emor refleja que el 49% de los encuestados apoya su adopción mientras que el 43% está en contra.

No obstante, el rechazo de una parte de la población al euro se manifestó en afiches visibles en Tallin. "¡Estonia! Bienvenida al Titanic", proclamaban esos carteles pegados en cestos de basura, para comparar a la eurozona, sumida en una grave crisis, con el célebre transatlántico que naufragó.

Muchos estonios temen un alza de los precios y se inquietan de las dificultades que atraviesa la eurozona, mientras que otros extrañan su moneda, nacida un año después del divorcio con la URSS.

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