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Tentaciones
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MODA

La moda y el orgullo 'trans'

No falla. Ya sea en carnaval o en cualquier despedida de soltero: ¿de qué suelen disfrazarse los hombres? Efectivamente, les falta tiempo para ponerse una peluca, un sujetador con relleno de calcetines y unos tacones. Cruzar la línea de separación entre los géneros con el aval de la comicidad está asimilado por la masculinidad. Y más en un país como el nuestro, en el que José Luis López Vázquez se convirtió en Mi querida señorita, y Paco Martínez Soria, en La tía de Carlos. Aquí estoy yo y a macho no me gana nadie.

Travestis, transformistas y transexuales… ¿la última frontera? Hasta no hace mucho eran seres que se movían entre la fortuna y el infortunio. Pierrot, Pavlovsky, Paco España o Madame Arthur, un transformista del Paralelo barcelonés (de nombre real Modesto Mangas) al que Fellini dijo una vez: "Madame Arthur, que transformas las noches del mundo en un personaje mío. Eres la machihembra que Goya soñó antes de tú nacer". Todos arrastraban el estigma de ser una especie de monstruos de barraca de feria a los que se pagaba por ver.

"Dentro de 10 años se hablará de esto como un fenómeno del cambio de siglo"
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Y de aquella Transición, estos tránsitos. Este mes, The New York Times publicaba un artículo en el que despedía 2010 diciendo que sería recordado como el año en el que el crossdressing había saltado a la industria de la moda. No estamos hablando de la presencia mediática de La Veneno o Manuela Trasobares, sino de Candy, la revista de estilo dedicada a la transversalidad y en cuyo segundo número aparece el actor James Franco vestido de dominatrix. O de la última campaña de Givenchy, protagonizada a petición de Riccardo Tisci por su amiga y ex asistente transexual la modelo Lea T. Una vez el anuncio vio la luz, el pasado mayo, la agencia de la señorita T (Women) recibió más de 400 peticiones para entrevistarla. "La moda ha abrazado la transexualidad tal y como lo hizo en los años sesenta y setenta, pero entonces se trataba de algo puntual. Que Warhol sacara a Candy Darling —una de sus inseparables musas del tercer sexo— en la portada de Interview no deja de ser una anécdota dentro de la historia del underground. Ahora estamos hablando de firmas de lujo y publicaciones de primera línea", cuenta por teléfono Luis Venegas, el español editor de Candy. "Es el signo de los tiempos. Cuando en 2009 yo le comenté a un amigo que quería lanzar una revista que fuera el Vogue de la transversalidad, él me dijo: 'Corre, Luis, porque esto es algo que está en el aire y se te van a adelantar", continúa.

Si consideramos que convertirse en modelo puede ser la validación física definitiva para un transexual o un travesti, este fenómeno vendría a significar un paso más en la normalización definitiva del amplio espectro de géneros que pueden darse. Pero, perdido el componente transgresor, ¿no estamos más bien ante una frivolización del tema? Luis Venegas es claro: "Al contrario, no porque algo no tenga un claro componente de reivindicación lo es menos".

Primero fueron las modelos negras; luego, las entradas en carnes; después, las señoras mayores… Conociendo el carácter voraz de la moda, ¿son los trans-género el sabor del mes? "Está claro que hay un canon universal de belleza que nunca va a cambiar, y esto es algo minoritario, pero no excepcional. Aunque, probablemente, dentro de 10 años se hablará del fenómeno como aquello que pasó en el cambio de siglo", lamenta Venegas. n inÉs muñoz martínez-mora

<b>James Franco, interpretando su papel más impactante del año: el de transformista chic para la revista <i>Candy.</i></b>
James Franco, interpretando su papel más impactante del año: el de transformista chic para la revista Candy.

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