Sobre la ley antidescargas
Después del chantaje de los controladores viene el de los piratas informáticos (así se llaman a sí mismos).
Que logren con sus ataques cibernéticos aterrorizar a casi todos los partidos políticos, medios de comunicación e incluso intelectuales que deberían levantar su voz en defensa de la propiedad intelectual y los derechos de autor, me deja perplejo.
Unos señores que roban lo que otros crean y producen, que no pagan impuestos pero que sí ganan mucho dinero con eso sin crear empleo y sí destruyendo muchos (en la industria audiovisual y editorial) y que se autoproclaman representantes de los internautas no pueden llevarse el trofeo de la ley Sinde.
Desde luego, en el Parlamento Europeo, a pesar de que hay dos eurodiputados piratas y 748 que no lo somos, esas cosas no pasan. Allí se apoya a los creadores.
Ahora, si sufro un ataque a mi correo electrónico, sabrán quiénes son los delincuentes.- Luis Yáñez-Barnuevo. Sevilla.
La sociedad de la información, del acceso, de las puertas abiertas, de la libre elección y gratuidad está por fin ante nuestros ojos.
Podemos mirar, escuchar, leer. Acceder a multitud de lugares (físicos, virtuales). Disfrutar degustando obras, piezas, legados.
Pero no conviene. A los de siempre les molesta que tengamos el disfrute de los bienes. Vuelven a intentar poner trabas, cerrar puertas...- Araceli Mancheño. Pinto, Madrid