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Mas suelta lastre con el caso del Palau de la Música

Dimite el tesorero de CiU, presunto receptor de comisiones

Àngels Piñol

Pasar página o borrón y cuenta nueva. Artur Mas, futuro presidente de la Generalitat, perdió ayer a dos de sus principales y controvertidos colaboradores. El líder de CiU anunció que Daniel Osàcar, el tesorero de Convergència, de 75 años, salpicado en la presunta financiación ilegal del partido como receptor de comisiones a través del Palau de la Música, abandona su cargo. Y, no solo eso. David Madí, mano derecha de Mas los últimos 13 años, ha decidido dejar la política para volver a la empresa privada justo ahora que ha encaramado a CiU a la presidencia de la Generalitat.

Durante una reunión del comité ejecutivo, el líder de CiU leyó la carta de renuncia del hasta ahora responsable de finanzas y aseguró que su marcha no tiene nada que ver ni con el caso Palau ni con su polémica comparecencia en la comisión de investigación del Parlamento. La fiscalía ha pedido la imputación de Osàcar aunque el juez no tomará la decisión hasta que no interrogue hoy a Felix Millet y Jordi Montull, saqueadores confesos del Palau, que han decidido no declarar.

El juez tomará una decisión sobre Osàcar tras interrogar a Millet y Montull

Mas dijo ser consciente de que habrá muchas interpretaciones pero aseguró que la "estricta realidad" es que en 2006 se comprometió con Osàcar, que entonces tenía 71 años, a que este era el último mandato en que dirigía las finanzas de CiU. "Y ahora quiere dedicarse a su familia y a sí mismo", dijo. No se equivocó Mas porque el resto de partidos ha arremetido contra Osàcar, en el ojo del huracán desde que un informe de Hacienda demostró que el tal Daniel que aparecía en los asientos de la gestión del Palau como beneficiario de las comisiones es en realidad Osàcar. Pere Calbó, del PP, dijo que no dejaba de ser "sospechosa" que se vaya justo antes de formar Gobierno; Miquel Iceta, del PSC, consideró "una ingenuidad" de Mas soltar lastre si piensa que así no le afectará el caso Palau si la justicia dice lo contrario.

El líder de CiU, que confía en ser investido antes de Navidad, narró que el comité ejecutivo dedicaron dos "larguísimas" y "extraordinarias" ovaciones tanto a Osàcar como a Madi, que compareció luego ante la prensa. "La política me sigue apasionando pero la concibo, por tradición familiar, tanto de entrada como de salida", dijo Madí, que dimitió en 2003 como secretario de Comunicación del Gobierno por manipular encuestas. Si en las autonómicas de 2006 impulsó una campaña muy agresiva que perjudicó a Mas, ahora ha hecho lo contrario con una estrategia conservadora que le ha aupado a la presidencia. "Es una pérdida muy dolorosa. Es mi colaborador más próximo, más valioso y más querido", le alabó Mas ante la dirección de CDC. Y afirmó que ahora su prioridad es pensar en el futuro Gobierno y que luego ya se dedicará a sustituir a sus dos colaboradores.

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