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El fracaso de Terra Mítica arrastra al negocio privado junto al parque

Benidorm reclama compensaciones urbanísticas por el desarrollo de la zona

El proyecto aspiraba a crear el mayor polo de atracción turística de la Comunidad Valenciana: Diez millones de metros cuadrados de negocios con el parque temático Terra Mítica de Benidorm como banderín de enganche. Sin embargo, una década después, el negocio privado generado a la sombra del complejo lúdico, a imagen y semejanza del propio parque, ha fracasado. Toda la planificación turística de Benidorm entre la autopista de peaje y el Puig Campana es, hoy por hoy, una entelequia.

La AP-7 es una barrera física entre Benidorm y la zona del parque, pero también económica. Del lado de Terra Mítica, un hotel de cuatro estrellas, otro de cinco y dos campos de golf han entrado en concurso de acreedores y acumulan pérdidas de 25 millones de euros; el parque Terra Natura ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo, y en los PAI programados no se ha puesto ni un ladrillo. Y la guinda a este ruinoso estado del negocio en el entorno de Terra Mítica es el erial que tres años después es la reserva de suelo vendida por 85 millones de euros al promotor Enrique Ortiz para levantar 2.000 casas y un hotel de lujo.

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La dirección de Terra Mítica se desprendió de ese terreno para levantar una suspensión de pagos. Sin embargo, tras dos años de beneficios operativos, el parque entró de nuevo en pérdidas. El pasado verano, los primeros accionistas, que son el Consell, Bancaja y la CAM, entregaron el complejo a la iniciativa privada.

Los nuevos gestores, actuales propietarios de Aqualandia-Mundomar, tienen la responsabilidad de relanzar la zona reflotando un parque rodeado de hoteles de lujo, campos de golf y áreas urbanizables.Para el concejal de Urbanismo de Benidorm, Jaime Llinares, las causas del fracaso de Terra Mítica como polo de atracción están en el origen del proyecto. "Todo ha salido mal porque se ha gestionado a espaldas del municipio", critica, "hasta el punto de haberse constituido una especie de término municipal propio dentro del de Benidorm". La ciudad no ha recibido compensación urbanística alguna por el desarrollo del parque y su zona de influencia, sometidos a un plan especial del Consell que mantiene el suelo como no urbanizable, a pesar de la construcción de hoteles y residencias. Por ello, uno de los objetivos del actual gobierno de Benidorm, surgido de una moción de censura contra el PP, es revertir esa situación y lograr del Consell el 10% del aprovechamiento urbanístico que corresponde normalmente a los ayuntamientos en los desarrollos de suelo.

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Otra muestra de la singular tramitación de proyectos en el entorno de Terra Mítica es la adjudicación de suelo para un hotel a Royal Mediterránea, empresa del peluquero Pedro Romero Aguilar, que se hizo con un pliego de condiciones diferente del resto, lo que supuestamente perjudicó al grupo hotelero local Costa Blanca, que posee la principal cadena de la ciudad. "Es seguro que Costa Blanca tendría hoy su establecimiento a pleno rendimiento", critica un destacado empresario del sector.

El caso es que, pese a las ventajas de un plan especial, los negocios no van bien. Un ejemplo es el de Xeresa Golf, SA, de Javier Cremades, uno de los socios fundadores de Terra Mítica. La empresa es propietaria de los hoteles Villaitana Wellness Golf & Business Sun y del Gran Hotel Villaitana Wellness Golf, de cuatro y cinco estrellas, además de dos campos de golf diseñados por Jack Nicklaus. El 12 de noviembre pasado declaró el concurso voluntario de acreedores tras acumular entre 2007 y 2008 más de 25 millones de euros de pérdidas. Estos establecimientos abrieron en 2006 y fueron gestionados inicialmente por Starwood bajo los nombres de Westin Real de Faula y Sheraton Real de Faula. La cadena norteamericana abandonó su explotación a finales de 2007 porque el destino turístico no casaba con la clientela que pretendía atraer.

Mientras, Terra Natura ha seguido los pasos de Terra Mítica y presentó en octubre un ERE extintivo para 18 trabajadores del parque zoológico. El 57% de las acciones de este parque son propiedad de El Pozo, la empresa murciana que en 2001 se hizo con el 5% de las acciones de Terra Mítica en su primera ampliación de capital.

Tampoco se ha movido nada en el suelo comprado por el empresario Enrique Ortiz, imputado en los casos Brugal y Gürtel. El promotor pagó 85 millones de euros en julio de 2006 por 217.000 metros del suelo de reserva de Terra Mítica, con los que el Consell pudo levantar la suspensión de pagos del parque. En el suelo debían construirse otro hotel de lujo y 2.000 viviendas. Ortiz vendió la mitad del suelo a Edival por 42,5 millones de euros con la intención de invertir conjuntamente 350 millones en cuatro años en el proyecto. Incluso llegó a pedir licencia para urbanizar, pero tres años después no se ha movido ni una piedra.

Con todo, la esperanza se llama Terra Mítica y la capacidad de su nuevo gestor para reflotar la proa de toda la zona, donde apenas resiste el hotel Barceló Asia Gardens. El presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, achaca la situación a la crisis y apunta que "las inversiones se hacen a largo plazo". Él sí ve futuro a la zona, "como demuestra que por Terra Mítica se presentaran tres ofertas en un momento complicado". De momento, el gran polo de atracción del turismo sigue sin despegar.

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