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Reportaje:LA JEFA DE TODO ESTO | Luz Barbolla, responsable del Centro de Transfusiones

Pasión por la sangre

La doctora lleva 42 años trabajando como hematóloga en diversos hospitales

F. Javier Barroso

Lo primero que hace la doctora Luz Barbolla al llegar a su despacho, a eso de las ocho de la mañana, es encender el ordenador y consultar las reservas de sangre. Estas se han convertido en su obsesión, ya que ella se encarga de que la región no se quede desabastecida de este elemento imprescindible para la sanidad. A su cargo, como gerente del Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid, tiene 233 trabajadores. Desde conductores de los autocares de recolecta hasta inmunólogos. "Esto es un engranaje muy grande y todo está pensado para que funcione. Pero quien realmente es imprescindible es el donante y que dé su sangre de forma regular", reconoce la médica.

El centro está situado en un moderno edificio en Valdebernardo, junto a la autovía a Valencia (A-3). En este llamativo edificio se recibe toda la sangre donada por los madrileños para ser analizada, procesada y preparada para transfundir a los pacientes que la necesiten. "De media, se reciben unas 700 bolsas al día. Hay fechas en las que baja mucho y otras en las que hay repunte", relata Barbolla, segoviana de 66 años.

"De las 700 bolsas que se reciben al día solo se desecha un 2%"
"Necesitamos personas constantes que vengan tres o cuatro veces al año"

La pasión por su trabajo es tal que podría haberse jubilado ya hace un año, pero considera que está todavía en plenas facultades y que aún puede ofrecer mucho y, sobre todo, seguir aprendiendo. Y lo dice tras 42 años de trabajo. En su carrera, ha pasado por diversos hospitales y centros, pero siempre vinculada a la hematología. Su currículo es larguísimo. Licenciada por la Universidad Complutense, se especializó durante un año en Reino Unido. También ha dado clases en la Universidad Autónoma de Madrid. Y trabajó 25 años en el hospital Puerta de Hierro.

La sangre llega en bolsas de 450 mililitros que debe ser analizada de forma muy minuciosa. Además del grupo sanguíneo y el RH, se estudian los anticuerpos y si la sangre porta virus de cuatro enfermedades: hepatitis B y C, VIH y sífilis. "Estamos viendo que hay un repunte en estas enfermedades de transmisión sexual porque la gente, en especial los jóvenes, se están relajando y no están tomando medidas de protección", relata Barbolla. En el centro se desecha un 2% de las muestras que llegan. A veces no es por enfermedades, sino porque falta la firma en el consentimiento informado. O porque faltan datos que harían imposible localizar al donante en caso de que surja algún problema. "Tenemos que guardar toda la documentación durante 30 años por si algún receptor plantea alguna cuestión con la sangre", afirma la gerente.

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Tras pasar estos controles, la sangre recibe una etiqueta, que será como su carné de identidad internacional. Consta de 16 dígitos y una letra (la E, en el caso de España). Luego, se sacan tres productos distintos: glóbulos rojos, plasma y plaquetas. Y se introduce en potentes centrifugadoras que parecen enormes lavadoras industriales para separar los componentes. Las bolsas se mantienen a una temperatura constante para evitar que se rompa la cadena del frío y la sangre se estropee. Ello arruinaría el proceso.

"Trabajamos con previsión, pero siempre estamos pendientes de que el donante venga y nos dé altruista su sangre. Desde 1985 está prohibido en España venderla. Por eso, lo que necesitamos son personas constantes que vengan tres o cuatro veces al año", relata Barbolla. Para motivar a los ciudadanos disponen de dos medios: los centros de donación de los 25 hospitales públicos o los autobuses del propio centro: "Es necesario ponérselo fácil a los madrileños y que no tengan problemas para hacerlo. También pueden venir al propio centro". De hecho, el centro ya cuenta con la sangre que se utilizará durante las navidades.

Una vez que la sangre está procesada, se almacena en cámaras frigoríficas por grupo sanguíneo y fecha de salida. "Todos los días nos llegan las peticiones de los hospitales. Nosotros las cubrimos y tomamos nota de las donaciones que han recogido en el último día. El proceso vuelve a comenzar", relata Barbolla. Solo el año pasado pasaron por el centro 185.456 bolsas. "Parece mucho, pero las necesidades de la región son muy altas. De los 20 grandes hospitales de España, cinco están aquí. También se hacen muchos trasplantes y operaciones, para las que se precisa mucha sangre", señala. "A eso se une que la población crece todos los años. Es como si la provincia entera de Soria se viniera a vivir a Madrid", añade.

Pero no todo es sangre en el centro situado en la avenida de la Democracia. Este es uno de los seis públicos que hay abiertos en España para almacenar cordones umbilicales. Forma parte del Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO), también llamado Fundación Josep Carreras. Solo el año pasado recibieron 1.500 donaciones altruistas de los diversos hospitales de la región. Si con la sangre se siguen unos estándares altísimos de seguridad, estos se multiplican en el caso de los cordones umbilicales. Es necesario que haya una concentración mínima de células madre. En caso contrario, su uso no serviría de nada. Enormes contenedores alimentados con hidrógeno líquido mantienen estas muestras a cerca de 200 grados bajo cero. "Como estamos en una red internacional, nos pueden hacer peticiones incluso desde Nueva Zelanda", explica la doctora, con cara de gran satisfacción.

Luz Barbolla, directora del Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid, en el área de procesamiento de la sangre.
Luz Barbolla, directora del Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid, en el área de procesamiento de la sangre.SAMUEL SÁNCHEZ

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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