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ELECCIONES CATALANAS

El PP se convierte en la tercera fuerza política

Los conservadores obtienen 18 diputados, su mejor resultado

El PP pudo cantar victoria en la noche de ayer. Con el 100% de los votos escrutados, obtenía 18 diputados, superando su propio récord (17 escaños) de 1995 con Alejo Vidal-Quadras. El PP se convertirá en la tercera fuerza parlamentaria muy por delante de los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya y de los independentistas de Esquerra Republicana. Y para un partido españolista y de derechas como el PP, este resultado le dará alas para reafirmarse políticamente en los cuatro años de legislatura.

Los dirigentes populares han proclamado sin cesar en la campaña que el cambio en Cataluña era la antesala del relevo de José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa. Alicia Sánchez-Camacho, la cabeza de lista de los conservadores, señaló que ayer el partido "había hecho historia" y dado ese primer paso para lograr relevar al PSOE. Ayer en la madrileña calle de Génova se podían frotar las manos, no solo por el aumento de sus votos, sino también por el descenso de los socialistas y el descalabro del tripartito de izquierdas.

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El resultado de ayer supone un hito para el PP, sobre todo porque durante estos años ha tenido que luchar contra viento y marea en Cataluña. No lo tenía fácil después del embate y arriesgada apuesta contra el Estatuto catalán que se materializó con el recurso ante el Tribunal Constitucional. Por si eso fuera poco, el PP ha estrenado candidata en la persona de Sánchez-Camacho, elegida en julio de 2008 en un convulso congreso en el que compitió con la después escindida Montserrat Nebrera. Parece que los medios invertidos en la promoción de Sánchez-Camacho antes de la campaña han rendido fruto, igual que la renovación de listas por Barcelona.

El PP ha sabido taponar la sangría de votos hacia CiU que auguraban los sondeos. Sánchez-Camacho temía que Artur Mas apareciera ante el electorado como el auténtico voto útil para desbancar al tripartito. Los nacionalistas han ganado, pero no a costa de robarle apoyos al PP.

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A los populares les ha beneficiado la actual coyuntura, muy similar a la de 1995, un año antes de la victoria de José María Aznar. Una crisis que ahogaba a empresas y familias y un PSOE en pronunciado descenso en intención de voto. Y de ahí que la plana mayor de los populares, con Mariano Rajoy a la cabeza, se pateara Cataluña de norte a sur y de este a oeste. Y tanto paracaidista ha tenido recompensa.

Aunque los dirigentes catalanes del PP se afanaban ayer en aventurar que serán "decisivos" para la configuración de una mayoría de gobierno, está por ver con quién pactará Mas para obtener la mayoría que necesita para su investidura.

La líder popular invitó en la campaña a sus simpatizantes a sacudirse los "prejuicios y estigmas" por votar al PP. Parece que siguieron su consejo.

Alicia Sánchez-Camacho (en el centro) celebra los resultados con militantes del PP.
Alicia Sánchez-Camacho (en el centro) celebra los resultados con militantes del PP.EFE

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