_
_
_
_
_

Colegio anclado en el pasado

El centro público Sánchez Marcos de Bilbao sufre graves desperfectos - Los padres piden ayuda a las instituciones

El tejado no tiene entrecubierta, lo que impide el debido aislamiento y provoca goteras y humedades, el gimnasio no cuenta con un sistema de aireación de extracción forzada eficiente y la valla del patio "se cae a pedazos" - de hecho, una pieza se deslizó en abril sobre un niño de once años-. Estas son algunas de las deficiencias que la Asociación de Madres y Padres del Colegio público bilbaíno de Infantil y Primaria Juan Manuel Sánchez Marcos (más conocido cono las Escuelas de Concha) ha detectado en el centro, construido en 1896 por el arquitecto municipal Edesio de Garamendi. La última reforma data de 1988 y desde entonces todo han sido parches.

A la vista de que el equipamiento requería una "reforma integral", competencia del Gobierno vasco, los padres se reunieron en junio con el Departamento de Educación, pero salieron desanimados. "Nos dijeron que una reforma integral no era en absoluto necesaria" y que el problema era una cuestión de mantenimiento que debía afrontar el Ayuntamiento de Bilbao, que es la institución encargada de las reparaciones puntuales. Lejos de rendirse, la Asociación de Padres ha solicitado una reunión con la consejera de Educación, Isabel Celaá porque no ven lógico que el colegio permanezca "anclado en el pasado". Los suelos, de madera, no pueden limpiarse todos los días y sus ventanales no cierran bien.

El Gobierno vasco es "consciente de que hay cosas que resolver"

El interés arquitectónico del edificio no impedirá intervenir de una manera integral. La Comisión de Patrimonio, formada por técnicos municipales y de la Diputación, el Colegio de Arquitectos y la Universidad de Deusto ha dado luz verde a la operación sólo que aún no hay plazos ni dinero previsto para ello. Mientras tanto, el Ayuntamiento bilbaíno ha comenzado las obras de sustitución de los ventanales en el sótano y la planta baja y la reforma del baño del aula de tres años. El Consistorio adelantará el pago de los trabajos, pero luego pasará el 60% de la factura al Gobierno vasco en virtud del programa Udalaguntza. El Ejecutivo somete estos días a aprobación la asunción de ese pago, cuyo coste total asciende a cerca de 100.000 euros.

Sin embargo, las obras de mayor envergadura siguen quedando pendientes. Una de las opciones que ha llegado a oídos de los padres es que quizá podrían acogerse al próximo Plan Especial de Infraestructuras de 2013. Demasiado tarde a juicio de los padres, que también reclaman un salón de actos -el Ayuntamiento ya se ha movilizado para cederles un espacio de más de 900 metros cuadrados- y denuncian que el comedor se ha quedado pequeño, por lo que los niños hacen hasta tres turnos.

El Gobierno vasco es "consciente" de que en el Sánchez Marcos hay "cosas que resolver", según indicaron fuentes de Educación a este periódico. No obstante, el departamento, que sostiene que en la última década ha invertido unos 300.000 euros en reparaciones en la escuela, puntualiza que no está obligado a asumir todo el coste de las reparaciones porque ese deber sólo lo tiene con los centros de Secundaria. En cualquier caso, el Ejecutivo tiene "voluntad" de hallar cualquier forma de colaboración con el Consistorio para resolver las deficiencias.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_