Investigan a varios trabajadores de Bilbobus como autores de los sabotajes en la huelga
La Ertzaintza investiga a varios trabajadores de Bilbobus como presuntos autores de los reiterados sabotajes que han sufrido más de medio centenar de autocares y los vehículos privados de varios empleados desde el inicio de la huelga indefinida el pasado 9 de noviembre. El dispositivo especial de vigilancia establecido por la Policía municipal de Bilbao con motivo de los paros ha arrojado "indicios que podrían vincular de forma directa a algún trabajador" con estos sucesos, según informó ayer el Ayuntamiento, lo que facilitó a la Ertzaintza la identificación de los sospechosos. En concreto, las pesquisas arrancaron a raíz de las pistas halladas por la Policía municipal en los vehículos particulares de algunos trabajadores. Las pruebas se basan en el conjunto de materiales y herramientas que habrían sido utilizadas para pinchar ruedas y romper cristales y puertas.
Desde el comienzo de la huelga los agentes municipales pusieron en marcha un dispositivo especial para "recabar información sobre cualquier acto que atente contra el orden público" y velar "por la seguridad de los ciudadanos que están sufriendo las consecuencias de la huelga". En el dispositivo participan tanto patrullas uniformadas como agentes de paisano que, en ocasiones, viajan a bordo de los autobuses. El presidente del comité de empresa de Veolia, Pedro Angulo, señaló que estas informaciones "no son más que especulaciones" que "habrá que demostrar" y consideró que el Ayuntamiento lo que debe hacer es esforzarse "en resolver el conflicto".
Ambas partes se han sometido al Procedimiento de Resolución de Conflictos Colectivos (Preco) y a la mediación de un abogado designado por el Consejo de Relaciones Laborales, Iñaki Eguskizaga, quien ayer se reunió por segunda vez con representantes de la empresa y el comité. Cuando recabe información suficiente emitirá un informe, que no tendrá carácter vinculante. La Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao mostró ayer su apoyo a los trabajadores de Bilbobus, aunque consideró que el conflicto dura ya "demasiado".