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Reportaje:

La fortaleza de la frontera

Tomiño rehabilita el bastión de San Lourenzo, símbolo de la Guerra de Restauración

Los avances tecnológicos de la artillería determinaron las formas y solidez de la arquitectura de baluartes y fortines, concebidos para que aquellas balas rebotaran como melones en la cantería básica que componía las murallas con sus esquinas y atalayas. La Guerra de la Restauración de España con Portugal, o viceversa, acentuó en el Baixo Miño esa dinámica durante casi 30 años (1640-1668), construyendo un paisaje fortificado que incluye ambas orillas del río y que ahora se pone en valor. La fortaleza de San Lourenzo, en Goián-Tomiño, aspira a convertirse en referente de la nueva era.

A la altura de Goián el curso del río se estrecha, fue lugar tradicional de paso al menos desde época medieval. Hasta hace unos años funcionaba ahí un ferry-boat, que se quedó sin función con el puente internacional que ahora une ambos países. Las estudiosas Rebeca Blanco y Sonia García, ante ambas orillas, constatan el especial relieve que cobra "un territorio dinámico, sujeto al flujo-reflujo de dos países y sus distintos avatares políticos, sociales, económicos..."

La ribera fluvial será rescatada de su actual degradación
El proyecto busca aproximación y simbiosis con la otra orilla del río

Los vaivenes de la guerra crearon ahí el sistema tal vez más complejo, tanto por el volumen de arquitecturas que lo integraban (seis fortalezas en el lado gallego y tres en el portugués) como por sus diferencias tipológicas. La de San Lourenzo fue punta de lanza, construida como el resto, por los portugueses. El Ayuntamiento de Tomiño la rescató en 1993 de la propiedad privada que la había troceado en mil parcelas y ahora impulsa la rehabilitación ambiental de la propia fortaleza y de su entorno "porque no se puede entender la fortaleza sin la playa fluvial", aduce la alcaldesa, Sandra González (BNG), que ha convertido el proyecto en una seña de identidad de su gestión.

El Diario Oficial de Galicia publicó esta semana el decreto que permite la urgente ocupación de los terrenos. Era lo que faltaba para ponerse manos a la obra, que debera estar concluida en marzo. El camino, desde que la idea cobro cuerpo en el BNG local, lo asumió la conselleira Ánxela Bugallo en el bipartito y el Ministerio de Cultura aceptó financiarlo el año pasado con 1,7 millones de euros, ha sido intenso, sobre todo por la necesidad de hacer confluir el interés, licencias y trámites de las tres Administraciones implicadas.

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El proyecto, encargado al arquitecto Pablo Gallego, integra en un único espacio la fortaleza, la playa y el borde litoral, ambientalmente muy degradado, con numerosas edificaciones ilegales y de mal gusto e incluso varias canteras... Un exponente de desidia y abandono que contrasta con el mimo que los portugueses han puesto en el tratamiento de su ribera y, singularmente, con la de Vila Nova de Cerveira, justo enfrente.

La actuación en Goián abarca un ámbito de más de 14.000 metros cuadrados e incluye la regeneración y peatonalización del borde litoral del río, la ordenación de los usos, limitando los accesos de tráfico y habilitando una zona para los pescadores; la creación ex novo de un acceso a la playa desde la fortaleza, de un graderío-mirador para disfrutar las panorámicas del río y, en fin, de dos equipamientos: un centro de interpretación de la fortaleza y un núcleo de baños y salvamento.

"Queremos demostrar que también en ayuntamientos pequeños como Tomiño se pueden ejecutar proyectos ambiciosos y transformadores, que puedan recuperar y poner en valor espacios patrimoniales, ambientales y paisajísticos como los que afortunadamente tenemos aquí", proclama la alcaldesa. Para darle el mejor rumbo y futuro se creó el Foro Fortaleza, que preside el periodista Manuel Campo Vidal y en el que están representados colectivos vecinales, arquitectos, historiadores, empresarios y expertos en turismo, gallegos y, cómo no, de Vila Nova de Cerveira "porque ahora estamos unidos por el río".

Ciertamente, entre ambos municipios hay una relación fluida. En lo cultural programan actividades conjuntas, como el Filminho o ciclos de teatro, y en lo cotidiano, los tomiñeses frecuentan la piscina climatizada del otro lado, desde el que a su vez acuden a Tomiño a repostar gasolinas, más baratas, o en los restaurantes. Los mayores intercambios los fomenta el ocio y los obstruyen las respectivas Administraciones, que tampoco son capaces de fijar la línea de frontera para las coberturas de telefonía móvil o de las emisoras de radio, por citar algunos de los "sinsentidos" que condicionan la búsqueda, en ambas orillas, de aproximación y simbiosis.

"Anda tão travada a guerra entre estas duas naçoes, as que justamente, com licença das mais, podemos conceder o atributo das mais valerosas do mundo, que cada día succedem varias emprezas", escribió Ioão Rodríguez de Sousa & Vasconcellos en 1643. La rehabilitación de la fortaleza es la última de ellas.

Entrada a la fortaleza de San Lourenzo, en Tomiño.
Entrada a la fortaleza de San Lourenzo, en Tomiño.LALO R. VILLAR

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