_
_
_
_
_
Reportaje:Empresas & sectores

Pescanova echa la red en la acuicultura

Inversiones de 450 millones de euros colocan a la empresa entre las primeras del mundo en el sector

Ha ido siempre un paso por delante del conjunto del sector. Hace 50 años, recién constituida la empresa, atracaba en el puerto de Vigo el primer barco congelador del mundo con pescado a bordo, propiedad de la sociedad gallega.

En los años setenta, ante la progresiva reducción de los recursos de la pesca en los caladeros comunitarios, los barcos de Pescanova fueron los primeros en negociar acuerdos privados con terceros países con posibilidades de pesca al margen de los acuerdos institucionales del Gobierno. En la misma línea, la empresa gallega comenzó a constituir empresas mixtas fuera de las fronteras españolas para facilitar su acceso a nuevas aguas y asegurar su actividad.

Finalmente, ante la estabilidad en las capturas en todos los mares y el auge de los productos de la acuicultura, Pescanova ha hecho su gran apuesta de futuro especialmente en Sudamérica, Centroamérica y Portugal para responder a las necesidades de abastecimiento de sus mercados en todo el mundo.

Pescanova va a doblar su producción en acuicultura de aquí al año 2014
Salmón, langostino y rodaballo, son las apuestas más fuertes del grupo

El resultado de toda esta estrategia ha sido la constitución de la sexta empresa del mundo en el sector de los productos del mar, con una facturación en 2009 de 1.473 millones de euros, solo por detrás de tres firmas japonesas, una tailandesa y una noruega. Esta posición se ha logrado con una política de diversificación en las ventas por especies y mercados, una apuesta por la marca propia frente a la marca barata de la distribución y una combinación entre acuicultura y la pesca de captura en los mares de los cinco continentes. Hoy, la acuicultura ha comenzado a dar sus frutos.

El futuro del sector de la pesca en el mundo pasa, en el mejor de los casos, por una estabilidad en las capturas de las especies salvajes, unas mayores dificultades para acceder a las aguas y a los recursos de los países costeros y un incremento de la demanda por la incorporación de más consumidores al mercado.

Según los datos manejados por la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las capturas de especies salvajes en el mar se elevan a unos 90 millones de toneladas, con muy ligeras oscilaciones en las dos últimas décadas. De esa cifra, unos 60 millones de toneladas se emplean para consumo humano. Se espera que en el futuro, en el mejor de los casos, se mantengan esos niveles de capturas. En la parte contraria, según los datos de la organización internacional, la producción de la acuicultura pasó de unos 10 millones de toneladas en 1990 a más de 50 millones de toneladas en 2009.

Ante a este nuevo escenario -más demanda y más dificultades para las capturas-, la estrategia de la multinacional gallega se ha centrado en dos direcciones. Por un lado, se mantiene la política de pesca en aguas salvajes, tanto internacionales como de terceros países. La empresa mantiene una flota de casi un centenar de barcos ubicados en caladeros de una docena de países, entre los que destacan Australia, Mozambique, Sudáfrica, Namibia, Chile, Argentina y Perú. Los barcos del grupo gallego llevan a cabo capturas por un volumen de unas 120.000 toneladas. Destacan las de merluza, langostino, pota o calamar.

La otra dirección en la política de aprovisionamiento es la apuesta por la acuicultura, cuya producción se pretende duplicar en los próximos cuatro años, a partir de las 67.000 toneladas de la actualidad.

Al margen de las inversiones realizadas anteriormente en Chile para la producción de salmón, el grupo ha destinado 450 millones -250 millones para la cría de langostinos y otros 200 millones para la producción de rodaballo-, donde destacan los 140 millones solamente en la planta de Mira, con la expectativa de pasar de unas 23.000 toneladas en 2010 a más de 72.000 toneladas en 2014.

La iniciativa más importante en materia de acuicultura corresponde a la cría de rodaballo. Hoy dispone de pequeñas producciones en varios puntos de la costa gallega como O Grove o Xove. Sin embargo, la gran apuesta se ha concretado en la planta de Portugal ante las dificultades que tuvo para la instalación de la misma en Galicia. Las previsiones de producción pasan de las 3.424 toneladas de este año a más de 11.000 toneladas para 2014.

Para el langostino, las inversiones se llevan a cabo en países donde ya cuentan en la actualidad con este tipo de instalaciones, como son los casos de Nicaragua, Ecuador, Honduras y Guatemala. Las previsiones del grupo contemplan actuar sobre 11.495 hectáreas, de las que 4.517 corresponden a Ecuador, 5.553 a Nicaragua, 1.200 a Honduras y 225 a Guatemala.

En el exterior mantiene igualmente la cría de tilapia en un volumen reducido en Brasil. El abanico de actividades en la acuicultura se complementa con otras instalaciones de menor importancia en España, como la cría de lubina, dorada y lenguada en Huelva y en la Comunidad Valenciana, y de langostino en Cádiz.

En el aire ha quedado un proyecto ambicioso para la producción del pez panga -del que España importa hoy grandes cantidades desde Vietnam- en aguas dulces, ríos y lagos en Mozambique. La empresa analizó la calidad de más de 200.000 hectáreas de ríos y lagos, pero sin resultados favorables. -

Factoría de Pescanova en la ría de Vigo. El grupo gallego mueve la cuarta parte del mercado español de productos de la pesca.
Factoría de Pescanova en la ría de Vigo. El grupo gallego mueve la cuarta parte del mercado español de productos de la pesca.

Comercio global

La multinacional gallega de la pesca, con casi un centenar de barcos en los caladeros más ricos del mundo y comercio en los cinco continentes, maneja anualmente un volumen de unas 380.000 toneladas de pescado, cifra que supone una cuarta parte del consumo en España. De esa cifra, unas 120.000 toneladas proceden de las capturas de sus propios barcos, unas 67.000 toneladas de la producción propia de acuicultura y el resto lo adquiere en el mercado para atender las necesidades de sus clientes en todo el mundo.

Pescanova es una de las empresas españolas que ha hecho una mayor apuesta por la política de marca propia frente a la marca de la distribución. Con esa estrategia, el grupo posee en España el 24% del mercado de los productos de la pesca. El mercado nacional supone el 53% de su facturación; el resto de la Unión Europea, el 24%, y EE UU, el 12%. En otras zonas del mundo destaca Japón. -

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_