El triunfo de las letras en español
| Los días sin descanso en Manhattan
Al Nobel le sienta bien el 'jet lag'
JUAN CRUZ | Nueva York
Desde hace un tiempo Mario Vargas Llosa se levanta temprano. Ocurrió hace un mes, cuando llegó a Nueva York desde Madrid y encontró que el desgaste del jet lag era una suerte. Para leer, para escribir. Gracias a eso la noticia de que su Nobel no era una broma le halló despierto, y trabajando en lo que más quiere, en la lectura de los libros ajenos.