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La falta de acuerdo obliga a elegir otro presidente interino en el TSJA

Rafael Toledano se cayó de la terna de aspirantes a presidir el alto tribunal

La falta de acuerdo en el Consejo General del Poder Judicial sobre el candidato más idóneo para presidir el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) va a propiciar una situación curiosa. El magistrado Rafael Toledano, que el pasado mes de junio quedó excluido de la terna definitiva de aspirantes a ocupar la cúspide de la justicia en Andalucía, va a acabar ocupando de forma interina el cargo que anhelaba. El próximo 9 de octubre, el magistrado Antonio Angulo, que ha ocupado accidentalmente el cargo desde el pasado 19 de julio, se jubilará, y su puesto pasará a manos de Toledano. Angulo accedió al puesto en funciones tras la jubilación de Augusto Méndez de Lugo.

Precisamente, Toledano, nacido en Jaén en 1959, juró ayer el cargo de presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJA en Granada. El presidente en funciones, que no pertenece a ninguna asociación judicial, no ocupará la presidencia de la sala de gobierno, que recaerá, también interinamente, en Joaquín García y Bernaldo de Quirós. Este magistrado, afiliado a la moderada Asociación Francisco de Vitoria, sí entró en la terna definitiva, junto a Francisco Javier Arroyo y Lorenzo del Río, presidentes de las audiencias de Málaga y Cádiz.

La primera reunión del pleno del CGPJ para elegir al presidente del alto tribunal andaluz, estaba prevista para junio, antes de que se jubilara Méndez de Lugo, que junto al fiscal superior de Andalucía, Jesús María García Calderón, había reclamado que la sustitución se realizara "cuanto antes". Sin embargo, la pugna entre vocales progresistas y conservadores ha hecho que la decisión haya quedado sobre la mesa durante tres plenos del órgano de gobierno de los jueces, el último de ellos el 23 de septiembre, cuando parecía que ya había un acuerdo para que un juez moderado -Bernaldo de Quirós o Lorenzo del Río- ocupara el cargo en detrimento del conservador Francisco Arroyo.

Las asociaciones de jueces entienden que la interinidad no es un problema. "Aunque pueda entenderse como paradójico, es la única solución orgánica. No es una cuestión arbitraria, sino absolutamente reglada", opina Antonio García Martínez, portavoz de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura.

"Es perfectamente normal cuando la presidencia queda vacante. El Consejo no actúa con responsabilidad y supera los niveles más inaceptables, por lo que la única norma que cabe es la antigüedad. El pasteleo del Consejo se hace ahora con luz y taquígrafos. No se busca el mejor candidato, sino el cambio de cromos", censura, por su parte, el portavoz de la Asociación Francisco de Vitoria, Marcelino Sexmero.

La progresista Jueces para la Democracia denuncia que se llegue a esta situación por la "designación discrecional" de altos cargos. "El sistema está viciado de base y no garantiza que sea el mejor candidato porque se decide en función de la correlación de fuerzas en el Consejo", afirma su portavoz José Luis Ramírez.

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