DEBATE DE POLÍTICA GENERAL
El presidente del Consell, Francisco Camps, utilizó ayer el último debate de política general antes de las elecciones autonómicas para presentar una imagen idílica de la Comunidad Valenciana. Para ello ignoró la grave crisis institucional que atraviesa la Generalitat y responsabilizó de todos los problemas al Gobierno de España, que preside José Luis Rodríguez Zapatero.
El portavoz socialista, Ángel Luna, decidió coger dos toros por los cuernos en el debate de ayer: el de la corrupción y el del valencianismo. En el primero dejó claro que los socialistas no se van a achantar en la denuncia de los escándalos que afectan al PP pese a las campañas para lograrlo.
Francisco Camps se plantó en el hemiciclo de las Cortes diez minutos antes de hora cuando los escaños estaban desiertos, como si tuviera prisa por reanudar el debate. Enric Morera subió a la tribuna dos minutos después de las cinco, una puntualidad inusitada en el Parlamento autonómico.
"Será mejor que los demás. Porque ser el último tiene sus inconvenientes pero también sus ventajas", dijo ayer el presidente de Renfe, Teófilo Serrano, en la apertura de un curso organizado por el UIMP sobre el impacto de la llegada del AVE a la Comunidad Valenciana.
I. Z. | Valencia
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