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Las marcas se adueñan de las azoteas más visibles de la ciudad

Las comunidades de propietarios ingresan unos 72.000 euros anuales

María Martín

Los vecinos de la avenida de América no son dueños de sus azoteas. Muchos edificios de una de las principales entradas a la capital han cedido sus techos a empresas de publicidad que alquilan el espacio a grandes marcas. Desde las alturas, Iberia, Reyal Urbis, Samsung o Mahou se disputan la atención del conductor y del viandante.

El negocio, como el de las lonas, es un chollo. Las comunidades de vecinos pueden ingresar unos 72.000 euros anuales en zonas como el eje de la Castellana o la avenida de América, según fuentes del sector publicitario. La tarifa, sin embargo, puede ser muy variable. "Siempre depende de lo que los propietarios quieran pedir, la temporada, la marca y el emplazamiento", explican las mismas fuentes, que apuntan que la crisis ha desplomado los precios y la demanda. Los anuncios de espacios disponibles atestiguan su tesis.

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Los rótulos, por los que el Ayuntamiento solo cobra 242,75 euros por cada licencia de tres años, se regulan desde 2009 por la Ordenanza de Publicidad Exterior. Los anuncios, luminosos o no, no solo no pueden superar los 90 metros cuadrados de superficie y los cinco metros de altura. También tienen que respetar la estética de la finca, no pueden entorpecer la evacuación por la azotea en caso de emergencia y tienen que instalarse a una distancia mínima de 15 metros de las ventanas de otros edificios.

En la capital solo hay cuatro rótulos que incumplen la normativa, pero el Ayuntamiento ha hecho la vista gorda por su valor simbólico y sentimental. Los indultados son: el luminoso de Schweppes de Callao; el del Tío Pepe, en la Puerta del Sol; el del BBVA, en el edificio de la Castellana y el de Firestone, situado detrás de las Escuelas Aguirre. El resto tiene que cumplir. Desde que se aprobó la norma, la Concejalía de Medio Ambiente se ha puesto manos a la obra para castigar a los ilegales, que no son pocos.

Hasta el 1 de mayo de este año, de los 1.503 rótulos que salpican la ciudad, se habían desmontado por ilegales 318 -28 rótulos sobre edificios, 142 vallas, 70 monopostes y 78 paredes medianeras-. Además, un 45% del total de los anuncios tiene abierto un expediente disciplinario por no cumplir las condiciones que marca la ordenanza, por tener caducada la licencia o directamente, porque tienen que retirarse. La recaudación obtenida por las sanciones impuestas durante los siete primeros meses del año asciende a 740.540 euros.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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