Hastío, indiferencia y algo de esperanza en Euskadi

"Esto es como el cuento de Juanito y el lobo. Van ya tantas veces que dicen 'que viene, que viene' que ahora cuesta creerles. A ver si esta es la de verdad". Las palabras de Antonio, un bilbaíno de 49 años que se entera de la noticia cuando el periodista se la cuenta, resumen adecuadamente la mezcla de hastío, indiferencia y esperanza con la que la sociedad vasca se ha tomado el alto del fuego de ETA. La noticia cogió de sorpresa a todo el mundo, con un día de sol espléndido y las playas abarrotadas. Miles de personas, por ejemplo, estaban en San Sebastián contemplando las regatas de traineras de La Concha cuando se hizo público el comunicado de la banda. No hubo sobresaltos ni reacciones efusivas. Si uno ponía la oreja con paciencia, terminaba dando con algunas conversaciones en petit comité. Poco más.

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Karmele, de 52 años, "abertzale y votante del PNV", se enteró en Bilbao cuando precisamente mientras veía la regata por televisión en un bar. "No vi a la gente paralizada. Me hace ilusión, pero no confío", afirma, recordando que su esperanza de que cada tregua que ha vivido sea la definitiva ha ido menguando con el tiempo. "Me creí más la tregua anterior, [la que ETA rompió con un coche bomba en la T-4 de Barajas], habrá que ver el recorrido que tiene", destacaba a la hora de comer Jon Elorrieta, de 43 años, que suele votar al PNV pero que coincide con algunos de los postulados soberanistas de la alianza EA-Batasuna. Hasta podría votarles si la violencia se acabara de una vez, añade.

La inmensa mayoría de la gente siguió con su rutina dominguera como si nada. Incluso en la Herriko Taberna del Casco Viejo bilbaíno parecía un día cualquiera. "No queremos hablar, vete a preguntarle un guardia civil", zanjó uno de los más educados en el local. "¿Van a entregar las armas o no? eso es lo que importa", resaltaba por su parte un vendedor ambulante a media tarde en la Plaza Nueva de la capital vizcaína.

En Vitoria, una pareja de treintañeros que prefiere mantenerse en el anonimato, descansa en una terraza. Él se muestra muy crítico: "Si el alto el fuego sirve para que ETA se rearme y reestructure su cúpula, les haríamos un favor diciendo que este gesto es un alivio". Pocos se atreven a opinar sobre si este alto el fuego es el definitivo o no, pero sus gestos muestran en general poca esperanza y, en los más mayores, un cierto cansancio.

No todo el mundo estaba dispuesto a realizar valoraciones en caliente. Algunos, como la patronal vasca, explicaron que prefieren esperar antes de dar su opinión sobre la declaración de ETA. Los tres obispados vascos se mantuvieron ayer en silencio con respecto al alto el fuego. El recién nombrado obispo de Bilbao, Mario Iceta, se encontraba en Roma, mientras que el resto no hicieron declaraciones.

Otros, como la Asociación de Empresarios de la Hostelería de Guipúzcoa destacaron que el anuncio ya de por sí tiene efectos positivos. "Tenemos la experiencia de que la tregua anterior fue muy buena para el sector y se notó en la cifra de negocios. Esperemos que sea la definitiva", afirmó su presidente, Mikel Ubarrechena. Estas son algunas de las demás valoraciones de ayer.

- Círculo de Empresarios Vascos. La asociación que reúne a más de 70 altos cargos del empresariado en Euskadi tildó el comunicado de "insuficiente". "Lo único que debe anunciar la banda es el abandono definitivo y permanente de cualquier chantaje o violencia hacia los empresarios y todas las personas".

- Aralar. La formación que nació de una escisión de Batasuna al optar por vías no violentas considera que el comunicado es una "noticia positiva e importante", aunque hizo un llamamiento a la organización para que declare el "cese unilateral y definitivo" de su actividad. Considera también necesario que "se abran las vías para el reconocimiento y reparación de las víctimas, los presos y todas las demás personas afectadas". "Esa puede ser la única salida digna", concluye la formación de Patxi Zabaleta.

- ELA. La central nacionalista ELA (40% de la representación sindical en Euskadi) ha pedido a ETA que "de los pasos necesarios" para convertir en "definitiva" la decisión de no cometer atentados. ELA opina que el anuncio de la banda es "positivo" y apunta que "debería ser recibido de manera prudente y responsable por el Gobierno español, revisando su actual política y tomando decisiones que puedan contribuir a la distensión".

- Joseba Arregi. El ex consejero de Cultura del Gobierno vasco y actual portavoz del colectivo ciudadano Aldaketa, destaca la ambigüedad del texto. "No se sabe si es una tregua temporal o definitiva, hablan de no ejecutar acciones violentas ofensivas para que cada uno interprete lo que quiera. Creen que la democracia empezará cuando ellos lo digan y que hay que acordar con ellas el marco a través de la negociación". Resalta que en el trasfondo del comunicado persiste la idea de que "la violencia hasta ahora tenía sentido y que ahora toca recoger los frutos. Esto es inaceptable".

- Borja Cobeaga, cineasta. "Desde hace tiempo tengo un proyecto pendiente, una sátira sobre la política vasca, pero hay cosas que no se podrán contar hasta que las heridas estén cerradas", explicó el director de cine Borja Cobeaga. "Tengo la esperanza de que esto termine de una vez. Soy de los que están hastiados. También quiero que todos puedan votar a la opción política que quieran", añadió.

- Bernardo Atxaga, escritor. "En la última tregua pensé que tenía el deber de ser optimista, ahora soy más franco y creo que hemos llegado al final del capitulo", afirma el escritor Bernardo Atxaga. "Lo he notado por los signos externos de lo que ocurre en la periferia de ese mundo. Ahora el Gobierno y los partidos deben ser prácticos en el mejor sentido de la palabra, porque la última vez no hubo pragmatismo".

- Gesto por la Paz. La coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria opina que el último comunicado es "poco clarificador", y recordó que "el sentimiento mayoritario de la sociedad reclama a ETA el abandono definitivo de su actividad terrorista".

- Juan Luis Ibarra, Tribunal Superior de Justicia. "El comunicado no permite pensar que los terroristas hayan desistido del crimen", afirmó el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra. "Mientras no se produzca un real y efectivo desistimiento en el uso de la violencia terrorista, los poderes públicos debemos seguir cumpliendo con las funciones que, frente al crimen, nos encomienda el Estado de derecho".

Información elaborada por Karim Asry, Ania Elorza y Mikel Ormazabal.