Examen de catalán y castellano para ser taxista
Marin Iliescu es rumano, tiene 33 años y, el pasado viernes consiguió la credencial de taxista en Barcelona. "Había trabajado de portero de discoteca y en algunas ocasiones de chófer. Ahora estaba sin trabajo y pensé que era una buena opción", explica. Vivió seis años en Alicante y ahora lleva uno en la capital catalana. Habla bien castellano. "El catalán lo deduzco", asegura.