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Reportaje:

Vigo ya quiere volar

Un buitre leonado será el primer animal liberado del zoo vigués

"¡Mira, Chus, mira lo que está haciendo!", exclama, emocionada, Carolina González, conservadora de Vigozoo, ante la edil de Medio Ambiente viguesa, la alpinista Chus Lago. A sus tres meses y medio, Vigo extiende unas alas que ya son enormes y comienza a dar saltos, como queriendo emprender el vuelo ante los reporteros gráficos que ayer retrataron su presentación en sociedad.

"Qué suerte habéis tenido, nunca lo había hecho", comenta Lago. Le faltan, para poder salir volando de verdad, musculatura, aprendizaje y espacio. Para todo eso, queda ya muy poco. Este otoño, el primer buitre leonado nacido en cautividad en el zoológico de A Madroa abandonará la jaula que comparte en vecindad, juntos pero no revueltos, con sus padres y un cuervo saltarín para ser libre.

Cuando el ave pueda levantar el vuelo será trasladado a una reserva de Mallorca
La página web del zoólogico muestra la evolución de la cría

La noticia de que la pareja de buitres cedida hace más de un lustro por la Junta de Andalucía iba a tener descendencia sembró la expectación en el equipo de profesionales del zoológico municipal, ya que se trata de un par de ejemplares impedidos para el vuelo. Ambos tienen las alas rotas por culpa de haberse quedado enganchados en algún tendido eléctrico, la primera causa de accidentes para estos alados. Además, la reproducción, también la de los buitres, que se suelen caracterizar por su timidez, requiere intimidad y su primer huevo, hace tres años, se malogró. Pero el segundo intento salió adelante y el pasado 21 de mayo, fue la propia conservadora del parque quien ayudó a Vigo, como le bautizaron al nacer, a romper su cascarón en la incubadora del animalario.

Las miradas enternecidas que le dedica González lo dicen todo. Ella, al frente del grupo de cuidadores de la institución, es la responsable de su crianza, y no sus progenitores, de modo que le correspondió ser la encargada de sus primeras comidas, básicamente, pequeños roedores. Ahora, como cualquier madre orgullosa, se conoce al detalle el menú del retoño: costillar, carne de caballo y muslos de ave como el que devora frente a los periodistas. Cuesta creerlo viéndolo tan sanote, con casi nueve kilos de peso, cuello esbelto, pechera leonina y una envergadura casi semejante a la de sus padres, pero Vigo todavía es un chiquitín de sexo desconocido -de momento los técnicos no han podido determinarlo- que agradece los mimos.

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La ignorancia viste con el sambenito de la mala reputación a esta especie armada con un pico de diamante capaz de rasgar y perforar y fuerza en las garras para desmembrar cadáveres, como aves carroñeras que son, en su tarea de hacer la limpieza en las estepas, cada vez menos necesaria, debido a que ya no se abandonan los animales muertos. Un cambio de costumbres que compromete la supervivencia de estas aves en buena parte de Europa. La naturaleza es así por algo y los buitres, dicen los naturalistas, son extremadamente cariñosos y protectores con su única cría.

Mientras permanezca en la ciudad, los visitantes en el propio recinto y los internautas podrán seguir la historia de Vigo. Unas pantallas a la vista del público y la página web del zoo retransmitirán, en el plazo de unos días, lo que capte una cámara instalada en un extremo de la jaula. Es una manera de que todos sepan de sus andanzas al tiempo que se mantiene a Vigo alejado de la presión humana. Y eso, antes de que este otoño sea trasladado a Mallorca, a una reserva de la Fundación para la Defensa del Buitre Negro y Leonado que le ofrecerá las mejores condiciones para que deje de ser un bicho raro para ser como los demás: un adulto capaz de volar. En la isla balear será catalogado, le pondrán un radio transmisor que permitirá su seguimiento futuro y pasará a engrosar la lista mundial que identifica a las especies nacidas en cautividad, una fuente de datos muy valiosa para los investigadores. Después, llegará su puesta en libertad.

"Y Vigo podrá estar donde quiera", manifestó, en tono ensoñador, el alcalde Abel Caballero, presente en un acontecimiento que calificó de "éxito": "Vigozoo demuestra su capacitación para criar especies en peligro y liberarlas en la naturaleza con garantías, cuando lo habitual es que suceda lo contrario; éste es el proceso de un zoo moderno". El buitre será el primer animal nacido en esta institución y criado en cautividad que será insertado en la naturaleza. El regidor socialista aprovechó la visita para mandar un recado a la Xunta de Galicia, solicitando la colaboración económica del gobierno autonómico "para el único zoo público gallego".

Abel Caballero, alcalde de Vigo, junto al buitre que lleva el nombre de la ciudad.
Abel Caballero, alcalde de Vigo, junto al buitre que lleva el nombre de la ciudad.LALO R. VILLAR

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