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El conflicto de Irak

Obama evita cantar victoria en Irak

El presidente de EE UU se dirige a la nación para proclamar el fin de la misión de combate - La Casa Blanca reconoce que queda mucho por hacer en el país árabe

"Esta noche anuncio que la misión de combate estadounidense en Irak ha terminado. La operación Libertad Iraquí ha acabado y el pueblo de Irak tiene ahora la responsabilidad principal de mantener la seguridad de su país". Siete años y cinco meses después de la invasión de Irak, Barack Obama anunció anoche el final de las operaciones de combate en un discurso televisado a la nación desde la Casa Blanca. La guerra ha terminado formalmente para EE UU, pero el presidente evitó darla por ganada. "No voy a cantar victoria (...), no es el momento de proclamaciones de autocomplacencia", había dicho previamente, durante una visita a las tropas que acaban de regresar a la base de Fort Bliss, en Tejas.

"Acabar la guerra no solo benefica a Irak, también a EE UU", dijo en su discurso
"Nuestra tarea más urgente es hoy la recuperación de la economía"
50.000 soldados de EE UU asesorarán al Ejército iraquí hasta fines de 2011
Alrededor de 7.000 agentes privados reforzarán la seguridad en el país
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De hecho, quedan aún en Irak 50.000 soldados estadounidenses, para operaciones antiterroristas y labores de apoyo y entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes. El presidente, que se opuso a la guerra como senador y que centró una buena parte de su campaña electoral en criticarla, dijo ayer: "A través de este extraordinario capítulo en la historia de Estados Unidos e Irak, hemos cumplido con nuestra responsabilidad. Ahora, es hora de pasar página (...). Nuestra tarea más urgente es hoy la recuperacíon de la economía y devolver al mercado de trabajo a los millones de estadounidenses que han perdido su empleo", añadió.

"Poner fin a esta guerra no es algo que solo beneficie a Irak. Es también en beneficio nuestro", dijo Obama. "EE UU ha pagado un precio enorme con tal de depositar el futuro de Irak en manos de su pueblo. Hemos enviado a nuestros jóvenes hombres y mujeres a hacer enormes sacrificios en Irak, y hemos destinado para ello grandes recursos, en una época de ajuste de presupuestos en casa. Hemos perseverado porque compartimos con el pueblo iraquí la creencia de que de las cenizas de la guerra podía generarse un nuevo comienzo en esa cuna de la civilización".

Con respecto al único frente de guerra activo de EE UU, el presidente Obama señaló que el ritmo de la retirada de tropas de Afganistán dependerá de la evolución de los acontecimientos. "El próximo agosto iniciaremos un periodo de transición de las responsabilidades hacia los afganos", anunció. "Desmantelaremos y derrotaremos a Al Qaeda, mientras prevenimos que Afganistán vuelva a servir de base a terroristas".

Era la segunda ocasión en que Obama se dirigía a la nación en directo desde el Despacho Oval. En junio lo hizo para asegurar a la ciudadanía que su Administración haría lo que estuviera en su mano para detener el vertido de crudo en el golfo de México.

Antes de su visita a Fort Bliss, por la mañana, Obama telefoneó a su predecesor en el cargo, George W. Bush, quien ordenó la invasión de Irak en 2003. La Casa Blanca no reveló el contenido de la conversación ni si el presidente cedió a las peticiones de diversos congresistas republicanos de que agradeciera a Bush el refuerzo de 20.000 soldados ordenado en 2007, algo que el Pentágono considera esencial para la retirada definitiva. Obama, como senador, se opuso a aquel refuerzo.

El Departamento de Estado se prepara ya para su propio desembarco en Irak, para el que contará con un ejército privado de 7.000 agentes de seguridad, dotados de armamento comprado al Pentágono. EE UU abrirá oficinas diplomáticas en Mosul, Erbil, Basora y Kirkuk. Los 50.000 soldados que permanecen en Irak se marcharán a finales de 2011.

En su punto máximo, hubo simultáneamente en Irak 165.000 soldados estadounidenses. Han pasado por aquel país un millón de hombres desde el comienzo de la guerra. De ellos, 4.247 han fallecido y 34.268 han resultado heridos, según el Pentágono.

La Casa Blanca es consciente de los problemas en que queda sumido el país. Han pasado ya casi seis meses desde que se celebraron las elecciones parlamentarias y Bagdad todavía no tiene un Gobierno estable. A pesar de que los ataques insurgentes se han reducido, sigue habiendo una media de 250 víctimas civiles cada mes. En julio, los atentados de Al Qaeda y sus aliados causaron la muerte a 396 ciudadanos, casi el doble que en junio, según datos del Gobierno iraquí que el Pentágono pone en duda.

De ahí la insistencia de Obama de que aún queda mucho trabajo pendiente. Lo mismo expresó, durante una visita a la Legión Americana en Milwaukee, el secretario de Defensa, Robert Gates, quien quiso restar importancia a la fecha de ayer diciendo que este no es momento de "desfiles militares prematuros o de autobombo". "No diré que todo está saliendo o saldrá bien en Irak", añadió. "Las recientes elecciones aún tienen que dar un Gobierno de coalición. La violencia sectaria sigue siendo cotidiana. Al Qaeda en Irak está debilitada, pero no muerta".

El presidente Barack Obama, minutos antes de embarcar en el <i>Air Force One</i> en la base aérea de Andrews.
El presidente Barack Obama, minutos antes de embarcar en el Air Force One en la base aérea de Andrews.ASSOCIATED PRESS

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