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Los sindicatos llaman al boicot de los productos de las grandes firmas lácteas

Los ganaderos acusan a las empresas de comprometer la viabilidad del sector

Los sindicatos agrarios y cooperativas lácteas quieren incorporar al "conjunto de la sociedad gallega" a su lucha por la subida de los precios de la leche. Lo harán a partir del 8 de septiembre con un llamamiento al boicot a los productos de las tres empresas que copan el 40% de las recogidas, Leche Río, Leche Celta y la francesa Lactalis. La estrategia de los sindicatos pasa por acudir a las plantas y puntos de distribución de estas tres industrias, identificar las marcas bajo las que se comercializan sus productos y pedir a los consumidores que no las compren. Estas nuevas protestas llegan un año después de que los ganaderos colapsasen las ciudades de Lugo y Santiago con tractoradas para exigir un precio mínimo para la leche en origen.

Lence traslada a las cooperativas la responsabilidad de los bajos precios

Con la decisión de Xóvenes Agricultores, Unións Agrarias, Sindicato Labrego Galego y la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias de boicotear la venta y distribución de productos de las tres grandes lácteas se pone punto y final a dos meses de reuniones infructuosas con representantes de la industria. Intentaban lograr a un acuerdo para elevar la retribución del litro de leche hasta 31 céntimos, el precio pactado por los ganaderos franceses, pero acusan a las compañías de dar la callada por respuesta. "Las empresas quieren retrasar cualquier tipo de subida", asegura Javier Iglesias, representante de Unións Agrarias. Iglesias se mostró muy pesimista sobre el futuro de la actividad en Galicia: "Si continúa este acoso, el sector desaparece", advirtió. Carmen Freire, secretaria general del Sindicato Labrego, llamó a la "presión social" contra las lecherías "que provocan que el sector tenga graves problemas de viabilidad desde hace más de un año". Un ganadero gallego vende el litro de leche a 27 céntimos, cuatro menos que la media comunitaria. En 2010, los precios bajaron de media en Galicia un 3%, mientras que en la UE subieron un 2,5%.

Los productores también exigen a la Administración que se comprometa con los problemas del campo. Al tiempo que los sindicatos llamaban al boicot, Samuel Juárez, conselleiro de Medio Rural, se sumó ayer a las críticas a la industria, a la que acusó de mantener un "juego perverso" por recoger la leche "sin tener comprometido un precio con el ganadero".

Por su parte, el propietario y administrador único de Leche Río, Jesús Lence, instó a los sindicatos agrarios a actuar contra las cooperativas que ejercen como primeras compradoras de leche en origen y las plantas envasadoras, también con base cooperativa, que luego se encargan de su comercialización. Lence entiende que son las que están "reventando" tanto el mercado productivo como su posterior venta. "¡Que los sindicatos vayan contra esta tropa!", preconizó.

El empresario lucense está convencido de que los sindicatos se equivocan actuando contra la industria y les advierte que son las cooperativas que compran producto en las estabulaciones las que poseen un mayor control sobre la producción con una recogida diaria del 22,50% de la leche que se produce en la comunidad, aunque luego únicamente son capaces de transformar el 12% de ese producto en las plantas de Negreira (Feiraco) y Outeiro de Rei (Alimentos Lácteos). El resto, argumenta Lence, lo tienen que vender en cisternas. "Por su culpa", proclamó, "estamos donde estamos".

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"Si es el propio ganadero quien se presta a vender barato, ¿qué podemos hacer la industria?", se preguntó este empresario que recoge cada día 900.000 litros de leche (15% de la producción), frente a 1,3 millones que se llevan las cooperativas.

El anuncio de que los sindicatos boicotearán la venta de productos de sus empresas lo acogió con "resignación", pero arremetió, aun sin mencionarlos, contra Feiraco y Alimentos Lácteos: "Ofrecen productos a nuestros clientes hasta seis céntimos más barato que nosotros e incluso hay un caso en el que regalan leche".

Lence fue más lejos y advirtió al movimiento cooperativo gallego que "tiene que copiar y actuar" como la asturiana Agrupación Alimentaria Peñasanta, quepaga a los ganaderos "más que ninguna industria". Si no es así, afirma, "arruinarán todo". Según el empresario, todo esto sucede en un momento en el que "no hay falta de leche" e incluso se ha abierto una competencia "brutal" por el producto importado desde las Azores que está invadiendo los mercados de varias comunidades españolas.

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