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Font de Mora plantea revisar el modelo lingüístico

El consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, afirmó ayer que el modelo lingüístico de enseñanza que existe en la Comunidad Valenciana es "insostenible desde el punto de vista económico", ya que pretender tener una línea en valenciano y otra en castellano en todas partes "no se sostiene". Font de Mora abrió el debate sobre las líneas educativas en castellano y valenciano al proponer una futura revisión del sistema.

El modelo actual en la Comunidad articula la enseñanza de las dos lenguas oficiales a través de un sistema de tres "líneas cerradas" basadas en la enseñanza predominante en valenciano, la educación en castellano con el valenciano como asignatura y en un tercer modelo en valenciano destinado a alumnos cuya lengua materna es el castellano. Font de Mora aseguró que este sistema plantea dificultades de ajuste a las necesidades concretas de los alumnos de manera que hay quejas tanto de las familias que quieren la enseñanza en castellano como de las que la prefieren en valenciano.

Aunque el consejero reconoció "seguir con interés" las nuevas políticas lingüísticas de Galicia -que equilibra las horas en gallego y castellano al 50%- y del País Vasco que ensaya un modelo trilingüe, aseguró que el departamento de Educación "no tiene nada decidido", en referencia a una posible modificación. Font de Mora apostó por impulsar un pacto entre las principales fuerzas políticas para consensuar un futuro cambio de modelo y afirmó que cualquier modificación precisará de "un amplio proceso de consultas".

El consejero destacó la progresión de la enseñanza en valenciano en los últimos 15 años y se defendió de las críticas: "No creo que se pueda decir que este gobierno desatiende el valenciano". La secretaria de Educación del PSPV, Pilar Sarrión, sin embargo, denunció el déficit de plazas en valenciano en todos los niveles educativos, una falta que se agrava en los grados superiores donde aseguró que "hay más demanda que oferta". La responsable socialista de Educación consideró el curso pasado un "despropósito" y criticó la escasez de oferta para los niños de 0 a 3 años, el recorte de plazas en Bachillerato tecnológico y ciclos formativos, la reducción del profesorado -este año se han ofertado 1.222 plazas menos- así como el descenso en las horas de refuerzo escolar.

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