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Reportaje:

Un regalo para la salud de Yanay

Una niña podrá tratarse de cáncer en Nueva York gracias a donaciones anónimas

Duerme Yanay, la pequeña que ha pasado sus dos años y medio de vida entre hospitales, quirófanos y sesiones de quimioterapia, mientras su padre relata una historia en la que miles de desconocidos regalan dinero en tiempos de apuros económicos. "Hemos recibido donaciones de unas 1.500 personas, sin contar a quienes han ayudado indirectamente participando en los conciertos y otros eventos para recaudar fondos. La mayoría ni sabemos quiénes son. Sorprendente", atina a decir Joaquín Molí, vecino de L'Hospitalet de l'Infant (Baix Camp), recién salido vencedor del enésimo asalto en una interminable batalla de la que pende la vida de su hija.

A Yanay le diagnosticaron en mayo de 2009 una enfermedad durísima: neuroblastoma abdominal, cáncer habitual en niños que padece con un nivel de gravedad -estadio cuatro sobre una escala de cinco- muy inusual en España, con solo una decena de casos. Tras 12 meses de tratamiento, trasplantes de médula y un aniversario celebrado en un cuarto impersonal y plagado de tubos, la dolencia se mantiene en un nivel mínimo residual controlado.

Salud dejó de pagar el tratamiento en el extranjero el pasado mes de mayo

La niña sigue pendiente de posibles recaídas y otras secuelas derivadas del tumor, con un índice de supervivencia del 30%. La inmunodepresión, por ejemplo, la mantiene semiaislada y siempre pendiente de evitar a otros niños, esconderse de los rayos de sol o salir mucho de casa, donde pasa los días entre lápices, pintando dibujos. "Le salen preciosos, como está tanto tiempo encerrada", cuenta orgulloso el padre.

Un año después de empezar el tratamiento, el pasado mayo, los médicos del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona recomendaron que fuera ingresada en un centro estadounidense puntero en inmunoterapia. No garantiza milagros, pero aumentará la esperanza de supervivencia de Yanay a más del doble de la actual, subrayaron. "¿Quién no intentaría algo así para salvar a sus hijos?", se pregunta Molí. Probablemente quien no disponga de los 200.000 euros que cuesta el tratamiento y que el Departamento de Salud dejó de cubrir, precisamente, en mayo.

"El tratamiento no garantiza la curación", justificó Salud a los padres para no dar marcha atrás en la decisión. "Pero los mismos médicos de la Generalitat recomendaron que debía ser tratada allí para evitar recaídas graves. No podía entenderlo", recuerda Molí. Las negativas del departamento a replantearse el caso de Yanay quedaron desfasadas por la avalancha de donaciones. Ayer, unos 50 días después de que el padre abriera las cuentas bancarias destinadas a multiplicar la esperanza de vida de su hija, el saldo superaba los 210.000 euros. "Siempre estuvimos seguros de lograrlo", asegura primero Molí, optimista a fuerza de los palos recibidos estos últimos dos años. "Bueno, un poco de vértigo sí teníamos", confiesa después con la tranquilidad de saber que ya ha cubierto los trámites necesarios para el ingreso de su hija en el Memorial Sloan-Kettering Center de Nueva York, lo que se producirá a finales de año.

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Salud, por su parte, aparenta haber tomado nota. La comisión de expertos que eliminó este tratamiento de la cobertura sufragada con dinero público se reunirá en septiembre para evaluar de nuevo el asunto. "Mejor tarde que nunca. Ya les he avisado: cada año les explotará algún caso similar y abandonarán al enfermo a su aire. Espero que recapaciten", advierte Molí ya sin acritud gracias al apoyo masivo de los ciudadanos.

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