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Informes de detectives revelan más cobros en negro

El denunciante de la trama fraudulenta del grupo Estación, Serafín Montenegro, remitió al juzgado cuatro informes que encargó a detectives privados para demostrar, con pruebas gráficas y escritas, que continúan las actividades delictivas y se siguen realizando cobros en dinero negro, sin ningún tipo de factura. Y ello ocurrió a los 15 días de iniciarse la intervención judicial de las empresas, que "nada ha podido evitar", destaca Montenegro. Con estos documentos, acudió al juzgado para rogar que sus ex socios y actuales administradores de las sociedades investigadas por una estafa millonaria, su hermano Santiago y Carlos Mosquera, fuesen apartados de sus cargos.

Pero la juez de Padrón Berta Vidal rechazó incorporar a la abultada causa que instruye esos documentos por extemporáneos. Alega que el fraude que investiga se circunscribe a las acciones del grupo empresarial entre los años 2002 y 2005. Y resta importancia a esos informes en los que se ve algún de los socios cobrar sin factura, e incluso alterarse cuando se le pide una, sus servicios por el alquiler de una grúa.

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Para la jueza, "tampoco se puede apreciarse continuidad delictiva al haber transcurrido al menos cuatro años entre los hechos investigados en este procedimiento y los que son objeto" de los informes presentados por Montenegro. Y añade que el importe total de los cobros "supuestamente realizados en dinero B es de 1.150 euros, cantidad notoriamente inferior a la legalmente exigida para que los hechos tenga relevancia penal".

Nuevas diligencias

No obstante, Vidal remite al juez decano esta denuncia y los informes de los detectives para que se abra una nueva causa "a raíz de estos nuevos hechos". Será el instructor de esas nuevas diligencias quien deberá decidir la conveniencia de adoptar medidas cautelares con el grupo empresarial.

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En uno de los informes, los detectives solicitan al grupo Estación alquilar una grúa. Acude a instalarla y cobrar los 300 euros del servicio uno de los administradores de la compañía, Carlos Mosquera. "Cuando le pedimos recibí o documento donde se acredita la entrega, el señor Mosquera Fragua se pone eufórico y agitado diciendo que como le podemos pedir eso, que el cobro va a ser en dinero negro, que si queremos eso o se lleva la grúa". Al día siguiente, otro empleado del grupo vuelve a cobrar, sin factura, ni albarán, 200 euros por otro día de alquiler de la grúa.

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