_
_
_
_
_

Hallado el cuerpo del niño que desapareció en un canal en Roquetes

En Amposta (Montsià), en el canal de la derecha del Ebro, junto a una tubería, a 4,6 metros de profundidad, los Bomberos de la Generalitat hallaron ayer el cadáver del niño desaparecido el lunes al ser arrastrado por la corriente del canal en Roquetes (Baix Ebre), donde se bañaba. Una unidad subacuática localizó el cuerpo del menor, un marroquí de 13 años, en una compuerta entre Vinallop y Amposta (Montsià), a 15 kilómetros del lugar donde fue visto por última vez.

Entonces se encontraba con un grupo de amigos de entre 10 y 13 años, refrescándose en una zona prohibida al baño debido a la corriente. Sus amigos explicaron que el niño intentó agarrarse a la reja que rodea el puente. Ellos sabían nadar. La víctima, no.

Más información
Un niño de cinco años lleva dos días desaparecido en Córdoba

El lunes a mediodía, los menores avisaron de la desaparición de su amigo a la Policía Local de Roquetes y se inició un dispositivo para localizar al menor con vida en un canal de 50 kilómetros. "Estamos recorriendo todo el canal", dijo el alcalde de Roquetes, Francesc Gas, tras la primera jornada de búsqueda. "Pero suponemos que habrá muerto. Si supiera nadar...", admitió luego con crudeza.

Hecho recurrente

El alcalde intuía lo que es una tragedia recurrente en el municipio: el canal parece un riego agradable en el que bañarse, pero en la zona profunda lleva 25 metros cúbicos por segundo, una corriente capaz de arrastrar un vehículo sin problemas. Los que no han nacido en la zona, en especial los niños, se bañan allí sin ser conscientes del peligro. "Es imposible vallar todo el canal", justifica Gas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Ese pesimismo no evitó que el dispositivo de búsqueda se ampliara a un helicóptero, con 11 vehículos de los bomberos, una unidad subacuática, seis coches de los Mossos y un perro entrenado en rescates acuáticos.

Cuando buscaban al niño, el martes los agentes hallaron el cadáver de una mujer sin identificar flotando en el canal. A la espera de la autopsia, la policía cree que se trata de otra muerte por accidente. "Los de fuera suelen bañarse porque no creen que sea peligroso. Ni se lo imaginan", se duele Manel Macià, presidente de la comunidad de regantes del canal. Macià negoció cerrar el canal para buscar al niño y siguió en vilo durante tres días la marcha de la operación, hasta que los buzos encontraron el cuerpo del menor ayer pasadas las dos de la tarde.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_