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Reportaje:

Normalidad y resignación

El cierre de ambulatorios los sábados se inicia sin problemas pese a l as molestias que supone para los usuarios - "Nos han atendido como siempre"

Con la normalidad de un sábado cualquiera para los profesionales, sin aglomeraciones, y con la molestia asumida por los pacientes que deben desplazarse, los ambulatorios vascos comenzaron ayer la reordenación sanitaria de fin de semana. El día transcurrió con un goteo constante de consultas, pero sin grandes quejas por parte de quienes tuvieron que ir más lejos que hasta ahora para ser atendidos y con declaraciones de normalidad absoluta de los responsables de Osakidetza. Apenas el 1,24% de la atención ambulatoria de toda la semana se presta los sábados por la mañana, frente al 4% del resto del fin de semana.

Algunos ciudadanos aprovechaban el cambio para informarse "por si acaso un día hay que venir", explicaba una mujer a la entrada del ambulatorio Saenz de Buruaga, en pleno centro de Bilbao, uno de los 48 que Osakidetza ha cerrado. Otros admitían su despiste. "No sabía que empezaba hoy", se lamentaba Conchi, al tiempo que enfocaba la vista para encontrar en el cartel informativo sus posibles opciones.

Osakidetza recalca que "si hacen falta más médicos, se ponen más"
Los ambulatorios no registraron aglomeraciones de pacientes

El director de Osakidetza, Julián Pérez Gil, quien visitó un centro en la capital vizcaína y otro en Barakaldo, recalcó que la medida no debería conllevar un aumento de presión sobre los servicios de urgencias. De hecho, Begoña Bilbao, directora de Enfermería de la Comarca Bilbao de la sanidad pública, explica a EL PAÍS que existe un grupo de refuerzo en caso de que la demanda resulte mayor de lo esperada. "Si hace falta, se ponen más médicos", aseguró. No hizo falta en la Comarca Interior, donde su director, Enrique Maiz calculaba que "ha habido menos gente que otros sábados". En cambio, Aitor Arreseigor, del Punto de Atención Continuada (PAC) de Elgoibar, reconocía que tuvieron ayer más trabajo de lo habitual. "Podemos asumir el aumento de la demanda", sostuvo. El problema radica, según este profesional, en la dificultad para desplazarse entre pueblos y que en su zona no existe un servicio de urgencias extrahospitalarias a partir de medianoche.

Para algunos, la reorganización no supone cambios. En el centro de salud de Begoña, en Bilbao, una madre decía que su hijo ha sufrido un brote de alergia: "Nos han atendido como siempre. En vez de ir a Basurto y esperar horas, solemos venir aquí". Otros no tienen tanta suerte y ayer les tocó desplazarse. En el centro de salud del Casco Viejo de la capital vizcaína, una pareja empujaba un carrito con su hija pequeña. "Es menos cómodo, pero mientras la atiendan no nos importa", resumían. Pese a esa incomodidad, 15 minutos después, en plena hora punta de los sábados en los ambulatorios -entre las 11.30 y las 14.00-, salían del centro de salud con su receta.

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Aunque en la mañana de ayer los niños suponían un buen porcentaje de los atendidos, Begoña Bilbao precisó que en los PAC tan solo el 30% de los atendidos son niños. En un ambulatorio vizcaíno, los atendía Montse, médico general que ha trabajado muchos años en Pediatría. "Impone un poco si no has trabajado con menores de 10 u 11 años porque es diferente", explicaba, pero añadía que es suficiente con tener cuidado con las dosis y ser consciente de que la exploración resulta distinta con ellos. De todos modos, "la medicina es para todos lo mismo". El protocolo se muestra claro: cuando surgen dudas, los facultativos derivan a los pacientes a los hospitales. La gestión se realiza en el propio PAC, aunque la directora de Enfermería indica que, en el caso de los niños, sólo se traslada al 1% a los servicios de Pediatría.

La medida puesta en marcha ayer no responde a exigencias de ahorro, sino a que la organización anterior no se sostenía, bien porque algunos centros de salud atendían a un número muy escaso de pacientes, bien porque había dificultades para cubrir los puestos de médicos y enfermeras. Estos se cubrían de forma voluntaria y a modo de guardias, con problemas para completar los turnos, sobre todo en verano y otoño.

Desde ahora, la plantilla de los PAC atiende con un refuerzo de 73 personas que ha supuesto un coste de tres millones de euros. En total, la plantilla asciende a 427 personas. También cubrirán los nueve PAC nuevos que se han abierto como refuerzo.

Cerca de 50 trabajadores de los PAC se congregaron en San Sebastián contra la medida. Uno de ellos explicó a la SER que la reordenación "es la expresión de la falta de planificación, un parcheo continuo". El director de Osakidetza apuntó que están esperando la respuesta sindical sobre las mejoras de las condiciones planteadas a los trabajadores. Y negó que los profesionales hayan sido presionados, como sostiene ELA.

Las cifras

- 48 centros de salud dejan de atender los sábados por la mañana, frente a los 103 que prestaban servicio hasta ahora. En Vizcaya cierran 28, en Guipúzcoa 10 y en Álava otros 10.

- 427 profesionales atenderán los fines de semana, 73 trabajadores más. Con ellos se cubrirán los nueve PAC nuevos.

- Seis ayuntamientos han presentado alegaciones al cambio. Una de ellas, la de Hernani en contra del cierre de su PAC, se ha aprobado.

- 27.000 más va a costar este año la atención sanitaria los sábados por la mañana con respecto al pasado ejercicio. En 2009, este servicio supuso 2,6 millones de euros.

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