Ahora, los rectores de las universidades
Con su habitual coraje para ponerse al lado del poder político, los 11 rectores de las universidades catalanas han suscrito "un manifiesto de pleno apoyo" a la resolución del Parlament para instar la reforma de la ley del Tribunal Constitucional para que el Estatuto no se someta a sentencia.
Con la misma legitimad con la que el señor Laporta nos apunta a los culés a las más diversas causas, también ellos se arrogan el derecho a hablar en nombre de la comunidad universitaria sobre cuestiones de interés general. De modo que yo, que voté en contra del Estatuto, ya lo he apoyado dos veces. Si no se me escapa alguna otra.
Tampoco hay que sorprenderse. Después de todo, también opinan lo mismo los colombianos, muchos de ellos sin derecho a voto, si hemos de hacer caso a la firma de un texto parecido a este, hace bien poco, por parte de la Fundación de Ateneos Colombianos.
Es lo que tiene la sociedad civil catalana, que con menos de 100 bien dispuestos, además de los que tocan el pito, ya hablamos todos.
Con esta carta quisiera rogarles públicamente que se tomen la molestia de consultarme en sus sucesivas tomas de posición políticas, se refieran al salario de los funcionarios o, qué se yo, la guerra a Estados Unidos. Que nunca se sabe.