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El fiscal señala que hay pruebas sobre la T-4 que no pueden anularse

Asegura que la Sala puede condenar incluso si aprecia maltrato a Sarasola

El fiscal de la Audiencia Nacional Daniel Campos cree que hay pruebas suficientes para condenar a Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián como autores del atentado de la T-4 en el que murieron Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate. Campos, que empleó ayer gran parte de su informe final en desvirtuar la acusación contra cuatro guardias civiles por supuestas torturas a Portu y Sarasola que sostiene un colega suyo en la Audiencia de Guipúzcoa, considera que los etarras deben ser castigados incluso si la principal evidencia, la confesión policial de Sarasola, se considerara nula. La defensa pidió la absolución al asegurar que el caso por torturas que se sigue en San Sebastián "fundamenta una sospecha" de que pudieron ser maltratados, lo que anularía esa declaración incriminatoria.

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Entre las pruebas que llevarían a la condena y que son independientes de esa declaración, el fiscal citó los avisos en nombre de ETA que presuntamente realizó Portu o la nota de la banda reivindicando el atentado. También se refirió a los dos revólveres -de los robados en Vauvert- que Portu llevaba en su mochila. Otras dos pruebas obtenidas antes de que Sarasola declarara fueron una nota manuscrita que Portu llevaba en su cartera en el momento del arresto y un pósit encontrado en el domicilio de Mikel San Sebastián. En ambos papeles estaba manuscrito el teléfono de los bomberos de Madrid al que llamaron para avisar del atentado. Los peritos caligráficos certificaron el miércoles que la escritura correspondía a Portu y San Sebastián, respectivamente.

El resto de pruebas -con mayor peso incriminatorio- parten de la declaración de Sarasola o se confirman con ella. Fue Sarasola el que declaró que ensayaron la acción con un coche alquilado en una agencia de Irún que llegaron a colocar en el aparcamiento del aeropuerto. Los agentes recabaron que el contrato de alquiler estaba a nombre de Portu y reflejaba los kilómetros exactos de un trayecto de ida y vuelta a Madrid como el que habrían recorrido los etarras la víspera del atentado.

El ministerio público dio plena credibilidad a las declaraciones de los guardias imputados por torturas en San Sebastián. "Una caída de dos agentes de fuerte complexión, con su chaleco técnico y su aparataje, encima de un detenido, puede causar esas lesiones", dijo haciendo valer la versión de estos.

También se refirió al testimonio del abogado de oficio que atendió a Sarasola durante su detención, que no apreció signos de tortura. Tampoco los apreció el médico forense de la Audiencia Nacional.

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