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Reportaje:DECORACIÓN. LUJO

Del campo a casa

Desde que la crisis obligara a la industria a hacer examen de conciencia para luego mostrar al mundo que ella también tiene alma, la exclusividad por la exclusividad ya no existe. Ahora se llama autenticidad y tiene una coartada: vivir una experiencia única (de igual o superior coste económico). Sin embargo, resulta curioso que un lugar cuyo propietario describe precisamente como "uno de los más auténticos del mundo" esté tan despegado de la realidad, bien lejos del común de los mortales. Hablamos de Castiglion del Bosco: un burgo del siglo XVII reconvertido en complejo vacacional de acceso restringido que ocupa 1.700 hectáreas de terreno en el valle toscano de Orcia. Adquirido hace dos años por Massimo Ferragamo, el menor de los seis hijos que tuvo Salvatore -el zapatero que conquistó Hollywood con sus tacones de alto poder sugestivo-, Castiglion está compuesto por 21 villas restauradas a la manera de chalecitos con encanto (o charm), una iglesia del siglo XIV con frescos de Pietro Lorenzetti, spa común, piscina, helipuerto, varios restaurantes de comida orgánica, tienda de artesanía y un tapiz de viñedos por el que desplazarse en un cochecito como los que se usan en los campos de golf (sin conducirlo uno mismo).

Sus productos para el hogar combinan 'Made in Italy', fabricación artesanal e ingredientes naturales

La promesa hotelera de Castiglion es la siguiente: por un precio que nadie especifica, sus clientes tienen acceso a una de las villas independientemente del momento del año. La pertenencia a esta especie de club a lo Eyes wide shut sólo que en versión para todos los públicos es vitalicia. Pero aquí no entra cualquiera. La solicitud del interesado tiene que ser aprobada reservándose por Massimo y sus socios (no da nombres) el derecho de admisión. De momento son 40 socios. La meta es llegar a los 150. "El proyecto ha despertado mucho interés en Latinoamérica y Asia. Y sin haber hecho promoción. El año pasado, la gente tenía otras prioridades; saber si iba a poder comer, básicamente. Este año será mejor", cuenta. Sin dar nombres, perfila así al cliente tipo: "En la cuarentena y con familia". La ocupación de altos vuelos ya se la suponemos."La idea es que el huésped se siente propietario pero sin preocuparse por el mantenimiento ni la seguridad", continúa. La segunda residencia ideal, vamos. En palabras de Massimo: "Para todo aquel al que le gustaría tener una casa en la Toscana pero no le apetece construírsela".

Aunque vaya unida al apellido Ferragamo, esta es una iniciativa personal de Massimo que nada tiene que ver con el grupo de cuya filial americana él es presidente. La firma sobrevuela el complejo, pero su logo no aparece por ninguna parte. Sin embargo, Castiglion fue el escenario elegido el pasado septiembre para presentar el último lanzamiento de su división perfumista: la línea de productos para el hogar Tuscan Soul. Velas y fragancias ambientadoras que en palabras de Luciano Bertinelli (presidente de la división) son el resultado de la combinación de estos tres factores: "el made in Italy, la fabricación artesanal y los ingredientes naturales". Fueron dos días de inmersión total en ese intento por capitalizar el concepto "espíritu de la Toscana" que Ferragamo exhibe como identidad.

Fundada en 2001, Perfumes Ferragamo lanzó su primera colección en 2006. Se llamaba Guest y eran una serie de amenidades de venta exclusiva en sus tiendas, pero que la marca también introdujo en los baños de hoteles como el Hard Days Night (Liverpool) y de aerolíneas como las de Singapur. "Distribuimos unos 6.000 sets al año. Es otra manera de invertir en publicidad, de comunicar. Si pones el producto en las manos adecuadas, estas acabarán comprándolo", explica Bertinelli. La estrella de Tuscan Soul es una piedra de cerámica pulida y aromatizada de uso indefinido: "Es algo completamente nuevo. Un objeto polivalente que puede usarse de adorno o colocar como ambientador en el fondo de un cajón". Su precio ronda los cien euros.

Como tantas otras firmas, Ferragamo se ha adaptado a los tiempos ampliando el negocio más allá de la ropa (en su caso, los zapatos). Esta fórmula consistente en tocar todos los palos al abrigo de la denominación "estilos de vida" encuentra su último ejemplo en un proyecto que tiene en mente acometer en 2012: encargarse de la decoración de los áticos que coronarán la torre residencial más alta del mundo, el Pentominium de Dubai. Massimo se agarra a las memorias del primer Ferragamo para explicar cómo fue su padre, el que construyó un sueño que hoy vive en forma de diversificación: "En su autobiografía mi padre escribió 'visualizo una casa que pueda producir cualquier cosa"… Y todo empezó con un par de zapatitos. Los que creó Salvatore a principios del siglo pasado para que su hermana Giuseppina pudiera hacer la primera comunión. Eran pobres y nadie le podía dejar a la pequeña el calzado adecuado para entrar en la iglesia. Salvatore los fabricó con material prestado. En una noche y a escondidas.

<b>Castiglion del Bosca es el burgo de la Toscana en el que tuvo lugar la presentación del su último lanzamiento. de Ferragamo</b>
Castiglion del Bosca es el burgo de la Toscana en el que tuvo lugar la presentación del su último lanzamiento. de FerragamoLEILA MÉNDEZ
<b>Massimo Ferragamo</b>
Massimo FerragamoLEILA MÉNDEZ

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