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Reportaje:

"Mi tío quiso matarme"

El vecino de Aranjuez se recupera después de recibir un disparo de un familiar suyo, que es policía nacional - El agente está en prisión preventiva

F. Javier Barroso

Sergio Santos-García Tirado ha estado postrado en una cama del hospital del Tajo durante casi dos meses. En este centro se ha debatido entre la vida y la muerte. Los médicos incluso llegaron a ponerse en lo peor, después de que este vecino de Aranjuez (46.300 habitantes) recibiera un tiro por la espalda. Quien le disparó fue su tío, el policía nacional Eugenio Santos-García Carrascosa, de 54 años. "De lo que estoy seguro es de que mi tío me quiso matar. Si no lo hubiera querido hacer, me habría disparado en una pierna o en un brazo y no en el cuerpo", afirma con rotundidad Sergio, mientras se recupera de las heridas. El pasado viernes declaró en el juzgado y se ratificó en su versión.

"Oí perfectamente cómo cargaba la pistola", recuerda la víctima

Ocurrió a las 19.13 del martes 9 de febrero, cuando Sergio había ido a ver a su abuela, que vive en el número 73 de la calle del Camino de Noblejas. Estaba en la casa cuando llegó su tío. "Me había duchado y afeitado, cuando él llegó. Entró en su habitación porque tenía que irse al trabajo. En ese momento, oí perfectamente cómo cargaba la pistola. Me asusté muchísimo, porque no había habido ninguna discusión ni nada parecido", rememora Sergio. Este se fue hacia el teléfono que hay en el salón y comenzó a marcar el número de sus padres. No le dio tiempo más que pulsar la tecla del nueve. Según su versión, justo en ese momento salió su tío y le disparó por la espalda.

"Me quedé cinco o seis segundos rígido, sin moverme. Enseguida me caí encima de la mesa y se me vino todo encima. Empecé a chillar 'abuela, abuela' y ya no me acuerdo de nada más", relata Sergio. Sin embargo, estuvo consciente y hablando hasta que ingresó en el hospital. Le dijo a los sanitarios que había sido su tío y que le había pegado un tiro por la espalda.

Sergio estuvo entre la vida y la muerte durante tres días. Fue intervenido nada más llegar al hospital. Los médicos querían trasladarle al 12 de Octubre, pero su gravedad no lo permitía. La bala le entró por el costado izquierdo, le atravesó un pulmón, pasó cerca del corazón y de la arteria aorta, destrozó parte del hígado y le salió por la parte derecha delantera. Tuvo una trayectoria ligeramente descendente. El proyectil también dañó la vértebra torácica 12 y causó una gran hemorragia hepática. Los facultativos le taponaron la herida del hígado con gasas y le operaron a las 72 horas. Durante ese tiempo su estado fue crítico. Después siguió nueve días en coma.

Mientras, su tío ingresó el 10 de febrero en prisión preventiva sin fianza en la cárcel de Estremera por orden de la juez de guardia de Aranjuez, que apreció un posible delito de homicidio en grado de tentativa.

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"Mi tío va diciendo que todo fue un accidente. Pero de eso nada. Tengo metido en la cabeza el sonido de cómo cargaba el arma. La verdad no me lo esperaba, pese a que me había amenazado ya cuatro o cinco veces. Lo había hecho incluso delante de mis padres. Siempre que iba a casa de mi abuela tenía problemas", afirma Sergio. "Se me pasan muchas cosas por la cabeza, pero creo que si le tuviera delante, no pararía de darle golpes", expresa con rabia.

El herido asegura que su tío siempre le ha tenido envidia y que no le ha dejado respirar. "Me ha tirado ropa deportiva a la lumbre o le ha echado lejía. Siempre que estaba en casa, yo evitaba venir a ver a mi abuela, porque teníamos muchas discusiones. Una vez incluso me puso un hacha en la cabeza. No está muy bien, la verdad", reconoce Sergio. Según su relato, su tío le tiró 500 gramos de marihuana que tenía para vender. "Creía que era un camello, pero yo no trafico. Sólo me lo habían dado para pasarlo", asegura el herido. Él se vengó cortándole los cables de un taladro, una radial y la TDT.

Sergio acumula en su historial cinco antecedentes por robo. Él resta importancia a estos hechos que cometió hace unos años. "Fueron robos pequeños, en un quiosco y en un restaurante, pero nunca nada grave. Ya he pagado por ello y no tiene nada que ver con lo que ocurrió en casa de mi abuela", asegura.

La versión de la familia del tío es opuesta. El tiro que hirió de gravedad a Sergio ocurrió "por accidente". Lo asegura Alberto, uno de los hijos del policía nacional. "Mi padre no le iba a disparar sin motivos. He hablado con él en el juzgado y nunca me miente", asegura Alberto. Este cuenta que su primo ha causado graves problemas a la familia y que "nadie le aguanta".

Alberto trabaja como electricista y guarda parte del material en casa de su abuela. Asegura que Sergio le ha robado cable de cobre que tenía allí. "Por eso, no quería verlo por casa de mi abuela", añade. "Tampoco es cierto que estuviera bebido, como dicen, si se iba a trabajar justo cuando ocurrió todo. Mienten y lo saben", concluye el hijo del policía nacional. Este está adscrito al servicio de vigilancia y escoltas del Tribunal Constitucional.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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