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Reportaje:

Salvemos a la trucha

La Comunidad dedica la mayor parte del presupuesto de protección de fauna y flora a actividades de caza y pesca

El lince ibérico es una especie en peligro de extinción en la región. Hace tiempo que no se han visto ni huellas ni excrementos suyos. Por no quedar, no queda rastro de él ni en los presupuestos de la Comunidad para 2010, ni siquiera en el apartado de Protección de flora y fauna. Tampoco se sabe en este apartado del gato montés, la nutria o los galápagos. De los 2.259.890 euros que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio destina a la protección, sólo un mínimo porcentaje irá destinado a especies en peligro: 86.000 euros. La parte del león será para la gestión de zonas de caza y pesca y la repoblación de especies cinegéticas (casi un millón de euros), y para mitigar los daños causados al ecosistema por el desdoblamiento de la autovía M-501 (más de 700.000 euros).

De los 129 animales (91 vertebrados y 38 invertebrados) que la Comunidad reconoce en su Catálogo de especies amenazadas, sólo tres tendrán reconocimiento en los Presupuestos de 2010, y será repartiéndose una parte mínima del dinero: 50.000 euros corresponderán a la conservación del águila imperial, 18.000 a la del buitre negro, y otros 18.000 para el halcón peregrino.

Al otro lado de la balanza, 224.000 euros de la partida presupuestaria se dirigen a la repoblación en ríos y embalses de la trucha arcoiris, una especie norteamericana muy popular entre los pescadores y que le está complicando la supervivencia a la autóctona trucha común (a ella se le dedican 72.000 euros de las cuentas públicas), menos receptiva a las zalamerías de los hombres de la caña. En el apartado de la flora, la conservación de árboles singulares rascará 40.000 euros. Así lo establece la Comunidad en su anexo de inversiones y gastos plurianuales a los Presupuestos.

La cabra montés

La especie a la que más dinero dedicarán las arcas madrileñas es a la cabra montés: 100.000 euros recibirá una "estación de manejo de la especie" en la Pedriza. Desde enero de este año, la caza de la especie ha sido autorizada por la Dirección General de Medio Ambiente.

Ecologistas en Acción protesta porque 100.000 euros, el doble de dinero que se le dedica al águila imperial, irán destinados a una escuela de pesca en Santa María de la Alameda, cuya alcaldesa, Begoña García, recuerdan, es diputada del PP en la Asamblea de Madrid. Casi tanto dinero como el buitre negro y el halcón imperial juntos se llevará la rehabilitación de puestos de pesca para minusválidos (30.000 euros). En la gestión y mantenimiento de reservas de caza se invertirán 251.090 euros.

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La consejería se defiende afirmando que la distribución de estas partidas no ha variado respecto al año pasado, y que la parte que se dedica en el global de los presupuestos a la caza y la pesca es mínima en comparación a la invertida en protección a la naturaleza. Con esto, la consejería hace referencia al monto total destinado a Protección y Defensa del Medio Natural (16 millones), un apartado mucho más amplio, dedicado especialmente a forestación, pero en el que no se hace otra mención a la fauna que la ya comentada.

Un pescador, en el tramo alto del río Jarama.
Un pescador, en el tramo alto del río Jarama.A. CAMPOS

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