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Análisis:HISTORIAS DE UN TÍO ALTO | Baloncesto
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La deprimente Conferencia Este

Escribo desde el dormitorio de mi novia, donde son las seis de una tarde lluviosa en Brooklyn. Acabo de volver, bajo esa misma lluvia, de un viaje al aeropuerto de La Guardia que se suspendió por la cancelación de mi vuelo de vuelta a casa, Kansas City. He pasado la última semana en Boston y Nueva York. Ha sido deprimente, amargo y duro de ver. Más o menos, como la Conferencia Este en la NBA.

A decir de casi todos, el Este ha vuelto. Hace cinco años, semejante afirmación era imposible: las estrellas de la NBA desplegaban sus armas en el Oeste y que se diera un cambio de poderes parecía tan improbable como un Séder [ritual festivo judío] palestino.

Pero esto fue antes del auge del Rey (LeBron James), antes de la venta del Big Ticket (Kevin Garnett) y antes del vigésimo cumpleaños de Superman II (Dwight Howard). Ahora, los equipos de la Conferencia Este (aunque todavía no exactamente iguales que sus equivalentes del Oeste) están listos para competir por los campeonatos de la NBA (bueno, al menos, en cuanto Kobe Bryant y Pau Gasol se cansen realmente el uno del otro).

Pero hay una cosa que no ha cambiado: al igual que el metro de Nueva York en un día lluvioso de primavera, la mayoría de los equipos de la Conferencia Este son muy difíciles de mirar. A medida que examino la clasificación previa a los playoffs de 2010, me emociona la idea de ir a ver la mayoría de los partidos de la Conferencia Oeste. Será divertido ver a los jóvenes Thunder de Oklahoma City intentar desafiar a sus más venerables oponentes de la primera (y, con suerte, segunda) ronda. He escrito sobre mi amor por la manera de jugar de los Jazz de Utah, los Suns de Phoenix y los Nuggets de Denver. Incluso los Lakers serán divertidos de ver... del mismo modo que es divertido ver a Darth Vader (estoy dispuesto a admitir que van a ganarlo todo, pero nunca conseguirán que diga que espero que pase). Pero no es así en el Este. Echándole un vistazo a la clasificación de la conferencia, me siento como si acabara de preguntar a un tipo al que he conocido en la cena cómo se gana la vida y él me hubiera dicho: "Vendo aspiradoras verticales a comunidades de jubilados". Dicho de otro modo, me aburro mucho. Desgraciadamente, no hay nada que hacer y nadie va a escucharnos si nos quejamos.

La ciudad de Nueva York es asquerosa. Pero díganle eso a un neoyorquino. Se reirá de ustedes hasta mandarles de vuelta a la ciudad de provincias (en mi caso, Kansas City) de la que han venido. En mi caso y el de la ciudad de Nueva York, intento recordar que tengo suerte de tener una novia, independientemente de la ciudad en que viva. Por ahora, seguiré haciendo como que las ratas del metro son en realidad koalas. En cuanto a la NBA, al menos las cosas son mejores de lo que eran. Y, en cualquier caso, no tenemos que ver al Este hasta las finales de la NBA. Por suerte, aún queda mucho para eso.

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