El hospital de Ourense cerrará 80 camas en verano pese al colapso en las urgencias

La sanidad pública orensana perderá 80 camas durante los tres meses del verano. La gerente del complejo hospitalario Cristal-Piñor de Ourense, Eloína Núñez, tomó la decisión histórica de cerrar durante un período prolongado de tiempo un hospital completo de la red asistencial pública. Las camas de este centro hospitalario están dedicadas en su integridad al servicio de medicina interna, especialidad en la que, según los representantes sindicales de los trabajadores, "no van a disminuir en absoluto las necesidades asistenciales durante el verano".

Los delegados sindicales de los trabajadores han expresado ya su malestar por lo que consideran una "política sanitaria equivocada", a la vista de que el servicio de Urgencias del complejo hospitalario orensano (CHOU), al que pertenece el hospital de Piñor, está desde hace meses desbordado de pacientes en espera de ingreso por falta precisamente de camas en las plantas.

El pasado mes de enero, los colapsos del CHOU obligaron a incrementar en más de cien camas la dotación del complejo hospitalario. "Si lo que se pretende es disminuir costes, no va por el buen camino", destacan los representantes de los trabajadores, que temen que el Sergas pretenda cerrar definitivamente el hospital.

El anuncio de cierre estival ha causado gran inquietud entre los trabajadores. "Desde luego, el cierre no es para mejorar la calidad asistencial", señalan representantes de la junta de personal, que advierten que el perfil del usuario del Piñor es el de una persona mayor de 85 años y muy dependiente.

Precisamente por ese motivo de prestar asistencia a personas mayores, el hospital fue reformado durante los últimos años. Las habitaciones son individuales o, como mucho, de dos camas (frente a las tres que son la tónica común del Cristal), muy amplias y con espacio para un acompañante. Los baños están adaptados para los pacientes dependientes y las instalaciones, para el tránsito de sillas de ruedas. "El cambio para los pacientes va a ser tremendo", sostienen los trabajadores.

El PSdeG ha expresado también su malestar por la decisión de Eloína Núñez. La parlamentaria Carmen Acuña lamenta que "todos los días haya que asistir a un recorte o supresión de la red sanitaria pública gallega". La diputada socialista alerta de que el Gobierno de Núñez Feijóo "empezó suprimiendo las unidades móviles para detección del cáncer de mama y ahora cancela un hospital entero", de características tan "especiales" como el Piñor, cuando la provincia está necesitada de camas hospitalarias.

Los trabajadores del Piñor, que, según la gerencia provincial del Sergas, serán reubicados en otros centros durante los meses de cierre del hospital, contestaron duramente la decisión en el encuentro en el que recibieron la noticia. Todos temen que el colapso del servicio de Urgencias pueda llevar a situaciones insostenibles y censuran que, mientras, con el objetivo de "ahorrar costes" se "rebaja" la calidad asistencial de los más dependientes.