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Militantes del PSC exigen libertad de voto en el debate sobre los toros

Àngels Piñol

El debate antitaurino está causando más de un quebradero de cabeza al Partit dels Socialistes (PSC), que ahora defiende, según su portavoz, Miquel Iceta, que no ha decidido el sentido de su voto definitivo sobre la abolición de las corridas. La dirección socialista acordó en diciembre retirar la libertad de voto a sus diputados e imponer la disciplina de partido en favor de la fiesta después de que se tramitara la iniciativa legislativa popular (ILP). La decisión ha motivado que un grupo de simpatizantes y militantes socialistas estén recogiendo firmas vía Internet para que el partido conceda libertad a sus parlamentarios. Anoche sumaban ya 180 adhesiones.

Bajo el título Socialistas por la abolición de las corridas de toros, el manifiesto pone de relieve que fueron muchos los socialistas que participaron en la recogida de las 180.000 firmas para impulsar la ILP y la conveniencia de que se dé libertad de voto ya que el partido no ha definido su postura en su programa electoral. "Nos oponemos a manifestaciones, aunque podamos entender que se tachen de culturales, donde triunfe un desencadenante de muerte de un ser vivo con la antesala de un sufrimiento acompañado de un espectáculo de sangre", dicen. La página contrasta con la excursión que realizó un grupo de políticos socialistas para conocer ganaderías salmantinas y acercarse al mundo del toro.

Dos votaciones

En su blog de cada domingo, Iceta recordó ayer que a la mayoría de los diputados socialistas no les agradan las corridas, pero tampoco están por prohibirlas. "El PSC nunca se ha definido sobre la cuestión y por eso pedimos que la votación sobre la admisión a trámite de la ILP fuera individual y secreta", dice el artículo, que admite que en el PSC también hay antitaurinos e incluye el enlace del manifiesto.

Iceta negó anoche que su partido esté dando marcha atrás pese a que fue él mismo quien anunció en rueda de prensa en diciembre que se retiraría a los diputados la libertad de voto. Su plan era presentar una enmienda contra la prohibición y, si no prosperaba, votar el último día en contra. Pero ayer hizo esta matización. "No hemos decidido aún esta segunda votación", señaló Iceta, que achacó a una mala interpretación la idea de que pretendían imponer la disciplina de voto. "Nuestra postura no es contradictoria", dijo pese a que el portavoz del PSC, David Pérez, apasionado de las corridas, defendió que no se admitiera a trámite la ILP.

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