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Fuga en taxi del calabozo del juzgado

Un delincuente aprovecha un descuido en su custodia por dos policías en Sevilla

Javier Martín-Arroyo

Miguel R. J. se fugó el pasado martes de los juzgados de Sevilla y puso en entredicho la labor de custodia de la policía. Sólo unos días después de la sorprendente fuga de la cárcel sevillana de dos internos, uno de ellos muy peligroso, la custodia de los delincuentes ha vuelto a fallar de manera imprevista. El joven, de sólo 19 años, aprovechó un descuido de los agentes para huir a la carrera hasta que tomó suficiente distancia de los agentes y tomó un taxi para huir.

El Juzgado de Instrucción 3 había enviado a prisión al delincuente sevillano, que tiene antecedentes por robo con fuerza. Pero cuando iba a ser trasladado a la cárcel sobre las 20.00, Miguel R. J. alegó que sufría un ataque de ansiedad, como adelantó ayer la Cadena SER, y los agentes le quitaron las esposas para que se calmara. Mientras los policías trasladaban al joven, otro detenido empezó a gritar al alegar que necesitaba ayuda urgente y ver a un médico. Cuando uno de los dos agentes se acercó a la celda de este segundo detenido, Miguel R. J. aprovechó para arremeter contra el otro policía, que cayó al suelo del empujón, y comenzar su huida hacia fuera de los juzgados. Los dos agentes persiguieron al fugado a diferente distancia seguidos de un guardia civil que custodiaba los calabozos, pero el joven corrió más que nadie. Tras varias calles, el joven cogió suficiente distancia como para poder montarse en un taxi en la cercana Avenida de Portugal. Un testigo aclaró a los policías que había visto a un joven tomar un taxi y sus características coincidían con las del fugado de los juzgados.

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Los dos agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana no superan los 40 años, pero pese a su juventud les fue imposible retener al delincuente. Un instructor ya ha abierto un expediente a los policías para decidir si existe responsabilidad disciplinaria. Ayer, fuentes sindicales censuraron el gran número de detenidos que esa tarde debían atender sólo dos policías, aunque no especificaron la cifra. Esta fuga se suma a los casos espinosos preñados de irregularidades que la policía sevillana afronta este año, entre los que sobresale el robo de 100 kilos de droga en la Jefatura Superior.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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