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El alcalde de Cabanes niega que ordenara manipular el censo electoral

María Fabra

El alcalde de Cabanes, Artemi Siurana (PP), negó ayer, ante el titular del juzgado número 3 de Castellón, haber ordenado la manipulación del censo con el fin de interferir en los resultados electorales de las pasadas elecciones locales, celebradas en 2007. El juzgado investiga un presunto fraude electoral después de que el concejal de Iniciativa, Carles Mulet, detectara y denunciara el empadronamiento irregular de cerca de 40 personas que pasaron a formar parte del censo.

Las viviendas en las que dijeron residir los nuevos vecinos son propiedad de dirigentes del PP y familiares del alcalde. En el caso del propio Siurana, éste empadronó en su casa a su hermano y a su cuñada, hecho que ayer trató de justificar ante el juez. Además del alcalde, ayer declararon tres de sus sobrinos, que "acogieron" en su casa a nuevos vecinos, así como el secretario del Ayuntamiento que, según las diligencias del caso, no firmó ninguna de las solicitudes de alta en el padrón que se realizaron en los meses previos a las elecciones.

Según indicó ayer Mulet en un comunicado, los denunciados "se han dedicado a contradecirse" y a aportar "argumentos difíciles de creer" que "demuestran que la trama se llevó a cabo de manera burda y que dejaron demasiadas pruebas que ahora no ofrecen dudas".

El caso de la manipulación del censo en Cabanes fue, en principio, archivado. Sin embargo, la Audiencia decidió reabrir la investigación tras detectar solicitudes de alta en el padrón sin firmar, al margen de que existía "al menos una, con una firma falsificada". Además, ninguna de las solicitudes cuenta con la preceptiva firma del secretario.

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