La unión de las cajas gallegas costaría 1.300 empleos
El Gobierno gallego presidido por Alberto Núñez Feijóo (PP) hizo pública ayer la auditoría que había encargado sobre la viabilidad de una fusión entre Caixa Galicia y Caixanova. El informe elaborado por KPMG asegura que la unión, que la entidad de Vigo rechaza, "es viable y solvente".
La fusión se llevaría por delante 1.296 puestos de trabajo, equivalentes al 15% de la plantilla conjunta, y supondría el cierre de 280 oficinas. La factura del ajuste calculado por la auditora se eleva de 485 millones, que se pagarían con el "ahorro anual", de 120 millones que supuestamente se generará cuando compartan sus recursos. Sin embargo, la caja única gallega necesitaría pedir bastante más dinero al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La conselleira de Hacienda, Marta Fernández, estima que serían unos 1.190 millones, para "recapitalizar" la entidad resultante. La digestión del proceso tardaría cinco años. El resultado: una caja con 77.000 millones de euros en activos, la quinta de España.
"La decisión de fusionarse corresponde ahora a los consejos de las cajas", apuntó Fernández, "y será el Banco de España quien se pronuncie cuando se le presente un proyecto". Según fuentes financieras, el informe de KPMG no acerca más la fusión, ya que no será base para la decisión del Banco de España.
