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López propicia una reflexión sobre el modelo económico a partir de la crisis

Apuesta por la internacionalización y apela al modelo alemán como referencia

Patxi López asume que necesita consolidar un perfil de liderazgo económico como lehendakari, azuzado, como está, por los datos adversos de un reciente Euskobarómetro que le han obligado a desplegar en esta semana una frenética actividad pública. En ese contexto, aprovechó ayer su intervención en el Foro Cinco Días-Grupo Santander, ante un cualificado auditorio, para remarcar el sello de gestión que pretende impulsar desde su Gobierno, en el que incluyó "una reflexión" sobre el futuro modelo económico.

Además de recordar los datos sobre la generación de la crisis y referirse al inevitable cruce de previsiones de coyuntura al que se viene asistiendo, López proyectó una mirada hacia el futuro sobre la base de las secuelas que puede dejar el mazazo que golpea sobre la economía y el mercado laboral. Entonces se acordó de los parados, para quienes, señaló, va a impulsar "medidas necesarias para que nadie quede desamparado" por la falta de empleo y disponga de sistemas de formación para que sean "parados activos" y estén en condiciones de enganchar con el mercado cuando se consiga la recuperación económica.

Anuncia medidas de formación que permita hablar de 'parados activos'

Ante este futuro paisaje, el lehendakari apeló a abrir "una reflexión" sobre el modelo económico a seguir en el País Vasco, consciente de la nueva situación que se crea, aunque en la confianza de "mantener los puestos existentes, recuperar los perdidos y generar nuevos". El lehendakari parte de la base de "las potencialidades" del tejido económico vasco, pero no oculta las adversidades que supone el tamaño productivo, la amenaza de la posible subida de los tipos de interés y los competidores siempre inevitables que propicia la globalización.

Como pauta a seguir, el Gobierno vasco está empeñado en hacer de "la internacionalización" una de las señas de identidad de su filosofía económica, el "motor" de la recuperación, dijo. De hecho, López aludió varias veces, durante su disertación, a la fórmula "3i+d" en la que la internacionalización se une a las consabidas innovación, investigación y desarrollo. Bien es cierto que no pudo aportar cifras para esta dinamización, pero aseguró que "se reforzarán todas las líneas de apoyo existentes".

Además, subrayó que la presidencia española de la UE durante este semestre supondrá "una oportunidad" en una materia tan sensible para la internacionalización como las redes de transporte. López recordó que la Y, acosada por el terrorismo, representa la "conexión con el resto de España, con Europa y con el futuro". Y a ello unió su disposición a "explorar" fórmulas como las habilitadas por Alemania en su mercado laboral, que "permiten mantener los derechos de los trabajadores así como la competitividad y la productividad de las empresas". Eso sí, mostró un rechazo absoluto a la "flexibilidad" que suponga "abaratar los despidos".

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Aunque el escenario era mayoritariamente sensible al mensaje económico, el lehendakari abrió la carpeta política para recordar las líneas generales de su acción de gobierno, consciente de que está impelido a profundizar en ellas para recuperar la credibilidad que los sondeos le niegan. López esgrimió, por ejemplo, la herramienta más esencial para todo Gobierno que supone los Presupuestos, aprobados "con la menor oposición de la historia del Parlamento vasco". A su juicio, esta aprobación tan holgada (PSE-EE, PP y PNV, a favor) refleja un exponente más del "acuerdo entre diferentes" que sustenta uno de los vértices del "cambio político" que los socialistas propugnan como bandera para su llegada al poder en el País Vasco.

Mesas llenas

Varias personas tuvieron que seguir de pie la intervención del lehendakari. Más de 400 asistentes rebosaron las nesas dispuestas en el Palacio Euskalduna. Fue la respuesta a una conferencia cuyo interés aumentó al quedar enmarcada dentro de la semana de comparecencias que Patxi López y sus asesores han diseñado para explicar con hechos su gestión.

Antes de su intervención, el lehendakari compartió el primer café en una mesa presidencial donde figuraban los presidentes de BBK y Caja Vital, Mario Fernández y Gregorio Rojo, respectivamente, junto a los consejeros Carlos Aguirre y Bernabé Unda, así como Josu Jon Imaz, por Petronor. Ya es habitual la ausencia del presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, en los actos guiados por el Gobierno socialista.

Por el contrario, Euskaltel tuvo la máxima representación, y el ex lehendakari José Antonio Ardanza lideró a su equipo directivo. A ellos se sumaron destacados representantes de la empresa y las finanzas vascas como el presidente de CAF o varios directivos del Grupo Mondragon.

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