Otro informe del fiscal tampoco detecta maltrato a inmigrantes en Zapadores
Una nueva inspección de la fiscalía de Valencia relativa a las condiciones de alojamiento de los inmigrantes que se encuentran en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la calle de Zapadores de Valencia no ha detectado irregularidades. Es el segundo informe de la fiscalía en el mismo sentido después de que hace dos semanas la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) denunciara supuestas torturas a extranjeros a partir de testimonios coincidentes de varios internos.
El último informe es el resultado de una inspección extraordinaria realizada el pasado 16 de diciembre por parte de dos fiscales. El documento refleja que se respetan los derechos de los internos relativos a "ser informados de su situación legal", "presentar quejas", "ser asistido por abogado de oficio si antes no ha sido designado abogado", contar con intérprete, "recibir asistencia sanitaria" o "la visita de sus familiares y amigos", así como "realizar las llamadas telefónicas que desee".
La visita tuvo lugar hace una semana, tras la denuncia de torturas de CEAR
La visita incluyó entrevistas con una decena de internos para recabar su opinión sobre su estancia en el centro. En el resumen de los distintos encuentros, a los que ha tenido acceso este diario, todos ellos afirman no tener quejas en lo que hace referencia al trato o a las condiciones de internamiento del recinto de Zapadores.
Este tipo de centros alberga -por un máximo de 40 días- a personas que se encuentran en España en situación irregular por falta de documentación, muchas de las cuales cuentan con órdenes de expulsión y están a la espera de ser deportadas a sus países de origen. En una visita que hizo CEAR al centro en agosto como parte de una investigación de ámbito europeo a este tipo de establecimientos, esta entidad humanitaria llegó a la conclusión, a partir de distintos encuentros con internos, de que "en al menos dos casos existen evidencias concordantes de torturas por al menos tres versiones cruzadas independientes".
Tanto el Ministerio del Interior como la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana negaron estos hechos sin que se pudiera "ni siquiera acreditar la existencia de los episodios denunciados". En octubre, dos meses después de la visita de CEAR, la fiscalía practicó una inspección ordinaria en la que no detectó problemas en el centro, más allá de la falta de asistente social en las instalaciones. La reciente visita de la semana pasada llega a las mismas conclusiones.
