Accede a EL PAÍS y todos sus suplementos en formato PDF enriquecido
Atasco en la autovía de Extremadura / CARLOS ROSILLO
Jesús se levantó ayer temprano, como cada lunes. Pero no iba a ser un lunes cualquiera. Ayer empezó el invierno y Madrid lo recibió cubierta de nieve. Más leve que la de infausto recuerdo, el pasado enero. Cuatro centímetros en la capital y ocho en la sierra. Cantidad suficiente para bloquear una salida de garaje.
Ignacio Jack, de 33 años, brama junto a la taquilla del AVE. Hora y media de retraso a Sevilla. Y subiendo. Se hace la pregunta: "¿Cómo puede ser que pasen estas cosas en pleno siglo XXI?". María Teresa Alonso llama al teléfono de EL PAÍS tras esperar tres horas a que le ubiquen en un vuelo: "Esto es una vergüenza, ¿por qué sigue habiendo estos problemas si no hay nieve?".
A las puertas de las casas de Boadilla del Monte se amontonaba la nieve. Tanto, que los vecinos se afanaban a primera hora para quitarla con palas. No iba a ser fácil. Debajo había hielo. Hubo que echar mano de agua caliente para derretirlo. Todo para poder sacar el coche para ir a trabajar.
Sindicatos policiales avisan de que bajan las sanciones como medida de presión
El jefe de Madrid dirige a 193 colegas en la oficina más congestionada de España
Teléfono: 902 20 21 41
Nuestro horario de atención al cliente es de 9 a 14 los días laborables
Formulario de contacto »
