130 nacionalidades
Entre los muchos valores del deporte en las prisiones está también el de la integración social. Las cárceles catalanas se han convertido en una gran torre de Babel. "Es como la ONU", confiesa Albert Batlle. "Sólo en la Modelo hay internos de 80 nacionalidades. Y en todas las instituciones penitenciarias catalanas la cifra aumenta hasta 130 nacionalidades". El 42% de los presos actuales son extranjeros. Y el 53% de los nuevos ingresos son de otros países, la mayoría de ellos extranjeros sin papeles.
"Sin embargo, el deporte les une hacia un objetivo común", afirma Xavier Buscà. Para buscar motivaciones, se organizan competiciones internas y externas de todo tipo. Hace sólo unas semanas, tres equipos de balonmano realizaron un triangular en Cerdanyola, con participación de varios miembros de la selección española, entre ellos Demetrio Lozano. Cada año se disputa el Trofeo José Mari Baquero y el ex futbolista del Barça acude a la final. Y cada cuatro años se celebran las Olimpiadas Penitenciarias, con actividades repartidas por los distintos centros, ceremonia inaugural, juramento olímpico y mucha participación. "Así conseguimos que todo el mundo se olvide de las nacionalidades al menos por unas horas, y se sientan integrados en proyectos comunes. Aunque después vuelvan a chocar con los problemas cotidianos de la vida en prisión", concluye Buscà.
