Citroën confía mantener el empleo en Vigo en 2010

El annus horribilis para la industria del automóvil puede repetirse en 2010. Las previsiones de PSA en Vigo vuelven a ser pesimistas: de sus líneas de montaje saldrán unas 350.000 unidades frente a las 379.000 con las que cerrará este año, que ya significaron una caída del 14%. Al director de la fábrica, Pierre Ianni, le cuesta hacer estas cábalas porque, dice, "todo puede cambiar en poco tiempo". La buena noticia es que el empleo fijo se mantendrá aún con este descenso "si se trabaja en mecanismos de flexibilidad", como la llamada bolsa de horas que la empresa ha pactado con los sindicatos.

En estos momentos la plantilla asciende a 7.600 personas en un año en el que 1.000 contratos temporales no se renovaron y se suprimió uno de los turnos de noche. La factoría situada en el polígono de Balaídos ensambla hoy a un ritmo de 1.800 unidades diarias cuando en enero lo hacía a 1.600.

A medio plazo la situación podría mejorar por el plan industrial que PSA se ha comprometido a desarrollar en Galicia con las ayudas del Ministerio de Industria. "Eso nos debería permitir superar el medio millón de coches pronto", aseguró Ianni ayer, día de la celebración del vehículo diez millones. Dejó caer que la fecha aproximada para superar esta barrera podría ser el 2013.

"Producimos el 18% de todos los coches que se fabrican en España, espero que el ministerio lo tenga en cuenta", advirtió el ejecutivo al referirse a la nueva convocatoria de ayudas. El ministro Miguel Sebastián no ha visitado todavía las instalaciones gallegas pese a que la fábrica es la primera de España en fabricación y a que no ha necesitado presentar ningún expediente de regulación de empleo.

Planes

Sobre el plan a cuatro años de PSA para crear coches limpios, Ianni evitó dar detalles para mantenerlo en secreto, pero sí dijo que en 2010 terminará la actual fase de desarrollo de prototipos y empezará industrialización de los mismos.

En un sector donde cada unidad se hace bajo pedido (apenas hay existencias), el cada vez más próximo final de los incentivos a la compra directa en varios países europeos se ve con preocupación. "En Alemania ya se han suprimido las ayudas y se prevé que las ventas caigan en un millón de coches el año que viene", apuntó.