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Reportaje:

Algún secreto del mundo de De Palol

El autor da claves de su obra en 'El testament d'Alcestis'

Carles Geli

Como admite, Miquel de Palol (Barcelona, 1953) lleva colgando "la llufa de escritor complicado" casi desde sus orígenes. Quizá por ello, en El testament d'Alcestis (Empúries), novela con la que ha obtenido el premio Mallorca de narrativa, ha pretendido ahora "dar claves para entender e iluminar" sus obras anteriores, tanto retomando el esquema del punto de vista como algunos personajes de su célebre El jardí dels set crepuscles y el juego temporal de El troiacord, su obra más compleja y abstracta.

Tanto es una obra de síntesis de diversos proyectos que en realidad El testament... culmina una serie de nueve libros de De Palol, que empezaría con El jardí... y de la cual aquél sería el último, si bien quedarían dos en medio aún por escribir. "Los personajes son siempre los mismos, pero se van alternando", aclara el autor, que afirma de su friso narrativo: "Lo tenía en mente desde el inicio, quizá por falta de imaginación o por horror vacui, no sé".

La novela, como las anteriores, es un reto para el lector. De entrada, por su extensión (casi 700 páginas), así como por su propuesta, "una meditación sobre el heroísmo a partir de una mujer", declara De Palol, que ha querido jugar con los dos grandes arquetipos a los que se ha sometido a aquéllas: "El de madre y el de prostituta; yo he intentado juntar las dos en una persona". Con esa idea, la acción transcurre en una masía donde hay un muerto al que se quiere resucitar a través de las historias que van a contar los personajes.

Juegos con el tiempo -"he intentado subvertirlo; en realidad, la narración es la máquina del tiempo"- y reflexiones sobre la moral -"la bondad es más terrible que el mal"- marcan una obra que, muy al gusto de quien fuera arquitecto hasta los noventa, viene acompañada al final por esquemas y mapas para mayor comprensión.

De Palol constata que la recepción literaria ha variado mucho desde la aparición de su celebrado El jardí... hace ahora 20 años, premio Crexells y Nacional de Literatura 1990. "La dificultad era un reto, algo estimulante; eso ha cambiado radicalmente; ahora se quiere todo masticado". Y claro, llegados aquí, una conclusión muy del autor: "Soy consciente de no estar en las corrientes de hoy, pero tampoco de no estarlo: he ojeado Dan Brown y también tiene mapas...". Y luego, casi en voz baja, desvela los dos filmes que tenía en la cabeza al escribir El testament...: Ordet, de Carl Theodor Dreyer, y Rompiendo las olas, de Lars von Trier. Por suerte, hay lo que hay.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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